La Asociación de Gobiernos Locales (LGA) británica ha exigido hoy sanciones severas para los caseros "sin escrúpulos" que incumplen la ley, incluso "penas de cárcel", si ponen en riesgo la vida de sus inquilinos. La LGA, que representa a los municipios de Inglaterra y Gales, ha denunciado que muchos propietarios de viviendas están recibiendo multas "miserables" por el incumplimiento de normas básicas que afectan gravemente a los inquilinos.

La crisis de vivienda es permanente, especialmente en Londres, por la creciente demanda que supera en mucho la oferta de inmuebles, lo que conlleva un elevado precio de las rentas y la imposibilidad de compra para una parte significativa de la población. La multa media por violar la normativa vigente en el Reino Unido es de 1.500 libras (2.050 euros) y la sanción máxima no suele alcanzar más de 5.000 libras (6.850 euros).

En teoría las multas pueden ser "ilimitadas", pero la LGA ha subrayado que la falta de directrices estaba obligando a los magistrados a tener en cuenta las circunstancias financieras de los caseros en las sentencias, lo que hace que las éstas sean "irrisorias".

El vicepresidente de la LGA, Gerald Vernon-Jackson, declaró a la BBC que, sin embargo, para "un propietario que posee cientos de casas y gana decenas de miles de libras cada mes", una multa de ese tipo es "como sancionar a un futbolista por exceso de velocidad con 1.000 libras (1.370 euros). No sirve para nada". Este alcalde considera que hacen falta "algunas herramientas que estén a disposición de los tribunales para que se puedan utilizar en las circunstancias más graves".

Entre algunos de los ejemplos a los que alude la organización figura el de un propietario en Redbridge, al noreste de Londres, que fue multado con 3.000 libras (4.107 euros) en 2014 por no deshacerse de los ratones y las cucarachas que había en su propiedad, obligando a diez inquilinos, incluidos niños, a compartir una cocina húmeda y mohosa.

En Coventry, en el centro de Inglaterra, seis inquilinos se vieron obligados a vivir en una propiedad durante doce meses sin alarmas contra incendios y una vía de escape adecuada, después de lo cual su propietario fue multado con 100 libras (137 euros).

Richard Lambert, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Propietarios, dijo que "sin duda" existe un problema con el cumplimiento de la legislación vigente. "La única manera de que realmente cause un impacto en los propietarios sin escrúpulos es encontrar alguna forma de imponer sanciones muy duras", aseveró. Lambert hizo hincapié en que los propietarios de viviendas del Reino Unido que vulneran la legislación son una "minoría" y concluyó que esta no es una situación común.