Experto en adaptaciones complicadas, como "El Rey pasmado", de Torrente Ballester, o "Plenilunio", de Muñoz Molina, el cineasta de origen vasco Imanol Uribe se atreve con la intrincada trama que Arturo Pérez Reverte tejió en "La Carta Esférica", saldando así su "deuda pendiente" con el cine de piratas.

Lista para estrenarse el próximo 31 de agosto, "La Carta Esférica" está protagonizada por "piratas modernos", interpretados por Carmelo Gómez, Aitana Sánchez Gijón y Enrico Lo Verso, que no llevan ni bandera ni ron, pero buscan, a bordo del velero "Buenaventura", el tesoro del Dei Gloria en las proximidades de Cartagena.

Uribe, ganador del Goya al mejor director por "Días Contados" en 1994, reconoce en una entrevista con Efe que, a falta de más de un mes para su estreno, la película ya le "ha devuelto todo" lo que en ella puso, puesto que su rodaje ha supuesto una "experiencia extraordinaria" que le confirma que "los mejores momentos" de su vida los "ha vivido junto al mar".

Confeso admirador de obras literarias como "Moby Dick", de Herman Melville, o de filmes como "El mundo en sus manos", de Raoul Walsh, Uribe, en su afán de "abarcar todos los registros", siempre tuvo en mente dirigir una película ambientada en alta mar, y vio en el libro del autor de "El club Dumas" la oportunidad de cristalizar su idea.

Dada su fuente literaria y la duración del proceso de producción -el guión se escribió hace dos años y el rodaje duró nueve semanas-, Uribe bromea sobre la "coincidencia" de la polémica suscitada entre España, Gran Bretaña y la empresa estadounidense Odissey alrededor del buque "HMS Sussex", que "pone de actualidad" la trama de la cinta.

En "La Carta Esférica" son unas esmeraldas el objeto de discusión entre Tánger -una "sirena perversa" que trabaja para el Museo Naval de Madrid interpretada por Sánchez-Gijón-, un misterioso hombre de negocios italiano -papel que desempeña Lo Verso- y Coy, un "marinero decepcionado", que ha vuelto a emparejar a Carmelo Gómez con el director de "Extraños".

La traslación al cine de las exhaustivas descripciones de Reverte, lejos de amedrentar al director, fue asumida "como un gran reto" en el que tuvo que "ponerse las pilas, empollar y buscar asesores" en cartografía o en las técnicas náuticas.

Uno de los actores, Javier García Gallego, resultó ser "un auténtico hombre de mar de gran ayuda".

Una adaptación bastante fiel

Aunque Uribe considera que ha sido "bastante fiel" al libro, el cineasta, previa consulta con el escritor, introdujo algunos cambios en la trama.

Así, abrió un desenlace "más optimista" y cambó, sobre todo, las características físicas del personaje de Tánger, que ahora tienen los rasgos de la actriz de "Volaverunt".

Al margen de su pasión náutica, el director de "El viaje de Carol" se dejó seducir por la trama que subyace a la aventura y en la que "hay una historia de amor muy potente" en la que no hay héroes, sino un amante que "sabe en todo momento que está siendo engañado, pero, como todos hemos hecho alguna vez, se deja conducir a la ruina", argumenta.

Diferentes localizaciones

Un rodaje realizado en exteriores de Madrid, Barcelona, Algeciras, Gibraltar, Cartagena y Murcia, la fotografía de Javier Aguirresarobe y los altos costes del equipo submarino, han elevado el presupuesto de la cinta a 4 millones de euros.

Ganador de dos Conchas de Oro en el Festival de San Sebastián -por "Días Contados", en 1994, y por "Bwana", en 1996- fue pataleado cuando recibió la última de ellas, una experiencia "muy desagradable" que no tiene mayor interés en repetir.

Uribe, no obstante, es un veterano en el arte de dividir opiniones, ya que, desde que empezó su carrera con "El proceso de Burgos", en 1979, ha sido uno de los cineastas más incisivos con la realidad sociopolítica vasca, con títulos como "La fuga de Segovia", "La muerte de Mikel" o la ya citada "Días Contados".

Hoy en día, aunque cree que "queda mucho por decir al respecto", reconoce que le da "pereza" abordar de nuevo el tema. "Preferiría hacer una película de ciencia ficción", concluye.