El nuevo Gobierno local de Valencia empieza a materializar los cambios que el alcalde Joan Ribó anunció tras su toma de posesión. De cara al próximo ejercicio fiscal, ha introducido modificaciones en los impuestos y tasas, con lo que estas nuevas políticas se notarán en los bolsillos de los vecinos de la ciudad.

De este modo, el Ayuntamiento ha anunciado que congelará el tipo municipal del IBI a los propietarios de pisos, que se mantendrá prácticamente igual al de 2015, al pasar de 0,886% en 2015 a 0,806% para 2016, lo que compensará la subida del 10% fijada por el Gobierno.

Además, incide en que, en consonancia con grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla, se gravará con un 1,10% el IBI a espacios comerciales con un valor catastral de 250.000 euros, a lugares de ocio y hostelería con un valor de más de tres millones de euros, a espectáculos con valor catastral de más de tres millones de euros, así como a zonas industriales por valor de 250.000 euros, oficinas con un valor de 250.000 euros o instalaciones de uso deportivo por valor de 2,5 millones. Ribó explica que con estas modificaciones prevé recaudar 12 millones de euros.

El Consistorio bonificará con el 50% del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) a las viviendas en las que se haya instalado sistemas para el aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía solar. Asimismo, se establecerá este gravamen a espacios de uso de almacenamiento o religioso, entre otros, y al Puerto de Valencia, considerado como bien inmueble de características especiales. Para Ribó, es "razonable" que, como hacen otros lugares de España, "aquellos que tienen grandes actividades coticen más, no sé porque aquí en Valencia no se hacía", sostuvo.

Respecto al IBI en espacios de uso religioso, el responsable de Hacienda, Ramón Vilar, matizó que el problema es que existe una Ley de Mecenazgo que bajo la protección del trabajo de ONG y asociaciones sin ánimo de lucro no permite cobrar el IBI no sólo a los lugares de culto, sino a lugares como universidades que «no son precisamente obras de caridad».

Respecto al impuesto sobre vehículos, se bonificará el 75% del impuesto a los vehículos eléctricos e híbridos y un 30% a los vehículos que empleen gasolina sin plomo, mientras que incrementará entre el 2% y el 4% el impuesto a los turismos de más de 16 caballos y a las motocicletas de más de 500 cilindradas.

Otra rebaja significativa es la bonificación del 90% de la tasa por actuaciones urbanísticas a las obras de rehabilitación y reforma de viviendas en toda la ciudad. "Hay muchos inmuebles sin utilizar y se podría incentivar el empleo en este campo y, además, se podría reducir el fraude", añadió Ribó.

El Ayuntamiento también manifestó su intención de rebajar un 10% la tasa de mercados y mercadillos, mientras que la de ocupación de vía pública para cajeros automáticos de los bancos subirá un 33%.

El comercio del Cabanyal recibirá un impulso fiscal tras años de bloqueo en la concesión de licencias. El Impuesto de Actividades Económicas (IAE) pasará del 2,03% al 0,6% en 2016 para "dinamizar" la actividad del barrio, a excepción de las actividades de transporte, banca, seguros en la primera línea desde la calle Eugenia Viñes hacia el mar porque el Ayuntamiento entiende que no son negocios familiares ni de proximidad.