Los actores Pepe Viyuela y Rubén Cortada interpretan a dos guardias civiles antagónicos y complementarios en Olmos y Robles, una serie policiaca con clara vocación de comedia de La 1, que en su estreno logró un 19,5% de cuota de pantalla y 3,3 millones de espectadores.

El genial actor se enfrenta al papel de Sebastián Olmos, un guardia civil de un pequeño pueblo que se ve inmerso en casos que resolverá con empeño y mucha suerte.

¿Se veía haciendo de sabueso?

No, pero eso tampoco es una novedad porque nunca me espero los personajes, siempre son una sorpresa y me cogen con el pie cambiado.

¿Estamos ante un nuevo Holmes?

Bueno, es otra forma de reencarnar a un personaje tan mítico... Sí, tiene algo que ver, pero Olmos también tiene mucho de otros personajes policiacos, y la parte de comedia se aleja un poco de Holmes.

Su personaje es algo torpe… ¿Hay alguna escena con escalera o silla plegable?

Tanto como eso no (risas), sería acercarlo demasiado a lo que la gente reconoce de mí como clown, pero sí hay momentos determinados en los que hay guiños a ese personaje.

¿Es el de Olmos su papel con menos matices cómicos?

Es un personaje que se parece mucho a un ser humano. Tiene momentos para todo: para el sentimiento, para la emoción trágica, para la comedia… en la vida real la comedia y la tragedia van de la mano a todas partes.

¿Qué tal las escenas de acción?

Me han divertido mucho. Es como una vuelta a la infancia, me he sentido como si estuviera en una película del oeste, con escenas de disparos y malos que te van acorralando. Era como cuando jugaba a los vaqueros y los pistoleros.

¿Por eso está más delgado?

Tampoco es que haya pretendido adelgazar para hacer a Olmos, pero sí vi que necesitaba soltar un poco de lastre… En Aída iba ganando peso sin darme cuenta y un día me comparé con años anteriores y dije… ¡estoy muy gordo!, y he perdido 10 kilos.

¿Ya le han pedido autógrafos de Cortada?

Sí, muchos (risas): amigas, familia… Me han pedido fotos, autógrafos y hasta conocerle.

¿Se siguen pidiendo autógrafos?

Se firman menos… Ahora la gente va con el arma en el bolsillo, todo el mundo tiene una cámara o un móvil y todo el mundo quiere un selfie o una foto. Ya solo son los nostálgicos los que piden autógrafos.

¿Cómo ha sido su experiencia con los guardias civiles que les asesoraron?

Tenía una imagen de la Guardia Civil que no era mala y ahora es muy buena. He convivido con ellos y he descubierto a las personas debajo del uniforme. Tienen gran vocación de servicio.

¿Ha hecho contactos para que le quiten las multas?

Bromas con esas cosas hemos hecho muchas, pero hemos visto que no, que no hay manera.

¿Se vive mejor el dato de audiencia en una tele pública?

Se vive con la misma expectación y el mismo miedo, porque sabes que, si no va bien, la serie se acaba. Esta es una serie para TVE, por el contenido y por el planteamiento.

BIO: Nació en Logroño en 1963. Estudió Filosofía y Arte Dramático. Tiene dos hijos. Es socio de Payasos sin Fronteras. Como poeta ha ganado varios premios.

El intérprete hispanocubano da vida a Agustín Robles, la parte de la acción y el contrapunto serio de esta pareja defensora de la ley.

Después del traficante de ‘El Príncipe’ ya ha estado en los dos lados de la ley…

Sí. Es interesante porque cada uno, en su lado de la ley, justifica su proceder y eligió en un momento de su vida hacia dónde ir. Ambos buscan la adrenalina, pero por caminos diferentes.

Ya se le hará raro no tener una pistola en la mano…

Sí, de momento me van poniendo pistolas, a saber por qué… No le voy a dar muchas vueltas (risas).

¿Y si coincide y compite en la tele contra sí mismo?

Sería un privilegio más que nada, con la cosa como está. Por un lado me fastidiaría, porque te gusta que ambos proyectos tengan más repercusión, pero por otro lado… si pudieran ser tres, mejor (risas).

Con quien competirá seguro es contra el fútbol, que irá el mismo día y hora...

Tenemos la pelea complicada, pero la serie es muy bonita, sería una pena que la gente se la perdiera. Quizá se retrase un poco el capítulo para que el espectador no tenga que elegir.

¿Como lleva hacer comedia?

Creo que la comedia me estaba llamando, porque estaba recibiendo clases de improvisación y hacemos un montón de ejercicios locos que tienden a la comedia.

¿Y le gusta el género?

Sí. Al entrar aquí Pepe (Viyuela) me dio un libro que se llama El Clown, un navegante de las emociones, que es un libro de cabecera que me tragué en dos días.

¿Cómo ha sido su relación con los Guardias Civiles?

Nos han asesorado, nos han dado lo mejor de sí mismos y les ha gustado la idea. Se han volcado en la serie. Lo que he vivido con ellos me ha hecho ver que tienen una gran hermandad y eso me ha parecido muy bonito.

Iba usted para ingeniero…

Sí, la Ingeniería me gustaba mucho y me parecía muy divertida, pero por cosas de la vida me fui más hacia la aventura, a viajar.

Ha sido usted modelo. ¿El traje de la Guardia Civil era el último que le quedaba por lucir?

Sí y con este traje hay que tomarse el trabajo de darle vida, cosa que no suele pasar con los otros, aunque yo insisto que se debería hacer, hablar de la ropa, del producto…

¿Rubén Cortada alguna vez usa chándal?

Sí, claro, también me lo pongo para estar cómodo.

¿Le gustaría trabajar en Cuba?

Claro, nunca he dejado mi tierra natal. Me encantaría formar parte de la historia del cine de Cuba, que me encanta, me flipa, es una industria espectacular. Me pasa lo mismo en España, de hecho, tengo doble nacionalidad. Aquí aún hay muchas historias que contar también.

BIO: Nació en La Habana (Cuba) en 1984. Ha desfilado para Roberto Verino y Jean Paul Gaultier. Tiene una hija. Llegó a competir como tenista.