Son novelistas de reconocido prestigio, algunos galardonados con premios tan célebres como el Príncipe de Asturias de las Letras (Paul Auster ); pero, a veces, cuando se cansan de juntar letras para contar historias, abandonan la soledad de sus escritorios y se convierten en los jefes del plató.

Son los escritores-directores de cine, la mayoría de ellos, buenos conocedores del medio, porque llegaron al cine, primero, como guionistas. Recordamos algunos de los ejemplos más recientes.

Paul Auster. El creador de libros tan sobresalientes como Leviatán, El palacio de la Luna o La noche del oráculo, en septiembre presentará en el Festival de cine de San Sebastián su segundo trabajo como director: La vida interior de Martin Frost, una cinta rodada en Portugal, en la que ha contado con su propia hija, Sophie Auster, Michael Imperioli e Irène Jacob. Por supuesto, el guión lo firma él.

Auster espera conseguir mejor aceptación de la que tuvo en 1988 su primer largometraje: Lulu on the Bridge. Quizá entonces andaba algo verde, a pesar de que había tomado buena nota de los consejos que le dio Wayne Wang mientras rodaban juntos Blue in the face (1995).

John Irving. Al igual que Auster, John Irving es un experimentado guionista y un espléndido narrador. Suyas son los libros El mundo según Garp, Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra o El hotel New Hampshire que se convirtieron en películas de culto gracias a directores como George Roy Hill, Lasse Hallström y Tony Richardson, respectivamente.

Incluso ganó un Oscar por el guión de Príncipes de Maine, rebautizado en el cine como Las normas de la casa de la sidra. Estos días, Irving finaliza el rodaje en la provincia de Alicante de El jardín del Edén, una historia ambientada en la Costa Azul, basada en la novela homónima de Ernest Hemingway y protagonizada por J. Huston y Mena Suvari.

Michael Houllebecq. El controvertido autor de Las partículas elementales debuta en la dirección con la adaptación de su última novela, La posibilidad de una isla, cuyo rodaje acaba de finalizar en España, donde reside desde hace años.

Houllebecq, uno de los autores que despierta tantas simpatías y como rechazos en su país natal, Francia, se ha asegurado al menos el interés mediático al contar en el reparto con uno de los actores más carismáticos del cine galo: Benoît Magimel. Lo acompañan en el reparto el belga Patrick Bauchau y el catalán Jordi Dauder.

Eric-Emmanuel Schmitt. Novelista (El hijo de Noé), dramaturgo (El visitante), ensayista. Ha cosechado numerosos premios literarios en Francia, pero se dio a conocer internacionalmente por haber escrito de El Sr. Ibrahim y las flores del Corán, que fue convertida por su compatriota François Dupeyron en una emotiva película protagonizada por Omar Sharif.

El inesperado éxito del filme ha animado a Schmitt a adaptar y dirigir su última novela Odette, una comedia sobre la felicidad, estrenada hace unos meses en Francia y protagonizada por Catherine Frot, Albert Dupontel y Jacques Weber.

Ray Loriga. Es quizá el caso más emblemático entre los escritores-directores de nuestro país. Conquistó al público y parte de la crítica con su novela Lo peor de todo. Acrecentó su fama con Héroes y Días extraños, y se ganó un merecido prestigio como guionista gracias a co escribir con Almodóvar su Carne Trémula y sobre todo por trasladar al cine el crimen de Puerto Urraco en El séptimo día, de Carlos Saura.

En el cine adaptó su novela Caídos del cielo que rebautizó como La pistola de mi hermano (1997), con Viggo Mortensen y Karra Elejalde . Ha tardado diez años en rodar su segunda película, Teresa, el cuerpo de Cristo, pero se apuntó un tanto al convertir a Paz Vega en la famosa santa abulense.

Y también...

Arturo Pérez-Reverte. A partir de su saga literaria elaboró el guión de Alatriste, que dirigiría Agustín Díaz Yanes.

Raymond Chandler. Más allá de su genio como novelista firmó los guiones de Perdición o La Dalia azul.

Michael Crichton. Autor de best sellers como Acoso, dirigió Contra toda ley.

David Trueba. Ha escrito y filmado, entre otras, La buena vida y Soldados de Salamina, y los guiones de Perdita Durango y Balseros.

David Mamet. Siempre entre el cine y la literatura, trabaja en Redbelt, escrita y dirigida por él mismo.