Un vecino oyó "voces pidiendo socorro" cuando el acusado mataba a su socio en el cultivo de marihuana

La hermana de la víctima asegura que "eran uña y carne" y que "nunca habría esperado" que el acusado "habría hecho esto"
Uno de los amigos del acusado declarando en el juicio
Uno de los amigos del acusado declarando en el juicio
EUROPA PRESS
Uno de los amigos del acusado declarando en el juicio

Un vecino de la urbanización de El Castillo, en Arnuero, en la que un joven mató a su socio en el cultivo de marihuana en diciembre de 2013 ha asegurado que oyó "voces a gritos" de una persona diciendo "socorro, socorro", por lo que llamó a la Guardia Civil para que acudiese al lugar a comprobar lo que estaba sucediendo.

Este vecino, que vive justo en frente del chalet en el que el acusado, I.F.A. cometió el crimen, así lo ha señalado este martes durante la segunda sesión del juicio con jurado popular que ve este caso de asesinato en el Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria.

El testigo ha indicado que, mientras se estaba lavando los dientes, no sólo escuchó a una persona —supuestamente la víctima— pedir "socorro", sino que también oyó que esa misma persona le decía a alguien "yo no he sido".

Además, este vecino de la urbanización de El Castillo también ha asegurado que oyó "golpes" que le "extrañaron" ya que, ha afirmado, es una zona en la que "suele haber mucha tranquilidad".

Ante lo que estaba escuchando, ha relatado que decidió llamar a un amigo suyo que es agente de la Guardia Civil para que una patrulla se acercase al lugar a comprobar lo que estaba sucediendo.

Asimismo, ha indicado que, en su llamada telefónica y a pesar de que no sabía que es lo que exactamente estaba ocurriendo en el chalet de en frente, intentó "agrandar las cosas para que todo —la actuación policial— fuese lo más rápido posible".

En esos momentos, en la vivienda se encontraba el acusado, que había acudido con su socio y amigo para pedirle explicaciones sobre la desaparición las 147 plantas de marihuana que tenían en la primera planta del chalet.

Lo que ocurrió, según el propio I.F.A. relató ayer en la primera sesión del juicio, es que, tras una discusión en la que ambos se echaban la culpa mutuamente de la desaparición de la plantación y un forcejeo, se le "fue la cabeza", propinó "dos atadas en el pecho" a la víctima y le mató sin que tuviese "ninguna opción" de huir.

Por estos hechos, que el acusado ha reconocido, el Ministerio Fiscal solicita 17 años de cárcel para I.F.A., en prisión desde que cometió el crimen. Asimismo, pide una indemnización de 150.000 euros para los padres de la víctima y 10.000 euros para su pareja sentimental.

Mientras, la acusación particular, ejercida por los padres, interesa una pena de 22 años de cárcel y una indemnización de 250.000 euros para ellos, y 200.000 para la hermana de la víctima.

"eran uña y carne"

Precisamente, en la segunda sesión del juicio con jurado, también ha declarado la hermana de la víctima, no así sus padres que, a pesar de estar citados como testigos, no han acudido a prestar declaración porque ambos se encuentran bajo tratamiento psicológico.

La hermana ha asegurado que el acusado y su hermano eran "muy amigos, uña y carne", y que pasaban "todo el día juntos", por lo que ha enfatizado que I.F.A. es "una persona de la que nunca habría esperado que le hubiera hecho todo esto".

"Mi hermano era una persona muy legal con sus amigos y nunca hubiera hecho esto", ha manifestado la hermana, que ha indicado que la relación familiar, es decir de la víctima con ella y sus padres, era "constante" a pesar de que él hacía "unos seis meses" que vivía con su pareja.

Esta última también ha declarado en la sesión de este martes y ha indicado que no conocía a I.F.A. a pesar de que, según su hermana y amigos de ambos —víctima y acusado—, han insistido en que eran "muy amigos de toda la vida".

(((Habrá ampliación)))

Mostrar comentarios

Códigos Descuento