Desde hace años, el cine ya aborda sin tapujos el tema de la homosexualidad en películas como Philadelphia (1993), Priscilla, reina del desierto (1994), Krámpack (2000) o La mala educación (2004) entre otras.
Pero antes de que el tema pudiese tratarse abiertamente, los directores encontraban pequeños trucos para insinuarlo. Estos son algunos de los casos más conocidos:
Rebeca (1940)
La escena en la que más claramente se percibe ese ambiente es en la que el ama de llaves le enseña las estancias de la difunta Rebeca a la nueva señora.
La Soga (1948)
Los dos protagonistas, Brandon y Phillip, son homosexuales, tal y como han reconocido tanto el guionista como uno de los actores principales.
En esta ocasión, la censura no débió de verlo y las película pasó ante sus ojos sin problemas.
Con faldas y a lo loco (1959)
Apoyado por el humor, Wilder hace un guiño a la homosexualidad de la forma más natural y divertida del mundo.
La situación: el millonario interpretado por Joe E. Brown le pide a Jack Lemmon disfrazado de mujer que se case con él. Tras varias evasivas, Lemmon le explica (quitándose la peluca) "No lo entiendes. Soy un hombre", a lo que Brown responde con el famoso "Nadie es perfecto".
Ben-Hur (1959)
En la película no hay nada explícito, pero queda claro que hubo algo entre los dos cuando eran adolescentes y que Messala sigue enamorado de Ben-Hur.
Espartaco (1960)
De hecho, para poder estrenar el largometraje, se tuvo que eliminar la versión original de la escena en la que el joven Tony Curtis masajeaba al maduro Laurence Olivier.
Además, durante la escena mantenían un diálogo sobre ostras y caracoles cuyo significado resultaba demasiado obvio.
ESTRECHAS RELACIONES
En otras ocasiones, aunque el tema de la homosexualidad no se ha introducido intencionalmente en las películas, determinados detalles, escenas o la relación entre algunos de sus personajes ha dado lugar a todo tipo de rumores o especulaciones.
Thelma y Louise (1991)
En esta amistad muchos han leído algo más que cariño, una unión especial, muy cercana al amor, que quedaría patente sobre todo en el inesperado final.
Entrevista con el vampiro (1994)
Concretamente, la escena en la que Cruise abraza a Pitt y le convierte en vampiro posee una sensualidad que va un poco más allá del simple mordisco vampírico.
El Señor de los Anillos (2001, 2002 y 2003)
Muchos ya apuntaban la existencia de cierto aire gay en la relación entre los dos personajes que podía leerse en el libro, pero los comentarios se han vuelto mucho más insistentes desde el estreno de las superproducciones de Peter Jackson.
300 (2007)
La presencia constante en pantalla de fornidos y varoniles espartanos muy ligeritos de ropa lo han puesto fácil para que los espectadores encuentren decenas de rasgos homosexuales.
A destacar la escena en la que Jerjes se sitúa tras Leónidas y, con las manos sobre sus hombros, le dice: "No son mis latigazos lo que temen (pausa en la que la mayor parte de la sala de cine se ríe), sino mi poder divino".
¿Recuerdas alguna otra película con elementos homosexualos velados? Dínoslo en los comentarios.
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