La Comunidad ordenó ayer el cierre cautelar de la residencia privada Juan XXIII, de Alcobendas, donde supuestamente los ancianos eran sometidos a malos tratos y vejaciones, tal como denunció el lunes un documental con cámara oculta de Telecinco.El cierre cautelar es una medida para evitar más malos tratos si la investigación comprueba que los hubo; por ello, varios supervisores vigilan el centro. Pero la clausura no será inmediata; según la Comunidad, todavía ayer había ancianos en la residencia y desde la Consejería de Familia se estaba en contacto con los familiares para acordar su nuevo destino. Cada caso será estudiado y se procederá al traslado a otro centro. Si se demuestra que hubo malos tratos, a los responsables se les impondrá «la máxima sanción que permita la Ley», según el vicepresidente primero, Ignacio González.
En las imágenes emitidas por Telecinco y grabadas con cámara oculta se veía a los ancianos atados, drogados con tranquilizantes y algunos rodeados de sus heces. José Rodríguez, cuya madre, de 95 años, se encuentra en el centro, acudió ayer a la residencia. A pesar de que le dijeron que «todo estaba en orden», él, según dijo, desconfiaba.
Gritos de «no me pegues»
En la residencia «bañaban a los ancianos con la ventana abierta en invierno a las cinco de la mañana» y «reutilizaban los pañales», según contaban ayer vecinos de viviendas cercanas. Algunos dicen haber escuchado gritos de «no me pegues». Una mujer relató que vio desde su ventana cómo «tiritaban de frío los ancianos». IU ha exigido más inspectores que controlen las residencias.
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