Alquileres de alto riesgo

  • Los pisos vacacionales generan más de la mitad de las reclamaciones de alquileres.
  • Un acuerdo por escrito puede evitar problemas.
Es fundamental dejar por escrito constancia del precio. (ESTEBAN).
Es fundamental dejar por escrito constancia del precio. (ESTEBAN).
Esteban
Es fundamental dejar por escrito constancia del precio. (ESTEBAN).

"Cuando llegamos nos dimos cuenta de que el piso tenía una habitación menos y que además no se veía el mar por ninguna parte", recuerda Fernando, un estudiante que el pasado verano se sintió estafado por el dueño de una vivienda vacacional.

"Lo peor es que no pudimos reclamar, porque todo nos lo había dicho de palabra", se lamenta. Como él, son muchos –propietarios e inquilinos– los que cada año se ven engañados a la hora de alquilar un apartamento en la playa.

La duración del arrendamiento, que no suele sobrepasar el mes, y el hecho de que muchas de estas casas se alquilen desde el punto de origen –sin verlas– obligan a ser muy cauteloso con este tipo de operaciones, que protagonizan más de la mitad de las quejas sobre alquileres que reciben las asociaciones de usuarios.

Algunos consejos

Por escrito: Lo primero que recomiendan las organizaciones de consumidores es que todo lo pactado quede reflejado por escrito. Un fax con la reserva o un papel firmado por las partes bastará. A falta de estos documentos, el recibo de pago por banco también es una prueba para poder reclamar.

Cláusulas: Es preferible que el acuerdo tenga la forma de un contrato. En cualquier caso, debe contener toda la información de la casa, el precio, la duración del arrendamiento y todas aquellas cláusulas que acuerden las dos partes.

Fianza: Tiene la misma finalidad que en cualquier otro tipo de alquiler, con la particularidad de que no puede superar en ningún caso el 40% del precio total. Debe ser entregada al arrendador al término del contrato, siempre que el piso sea devuelto tal y como se le entregó.

Conservación: Una de las quejas más comunes de los inquilinos, junto con la falta de información por parte del propietario, es el estado de conservación y limpieza de las casas. Si se encuentra la vivienda sucia o en mal estado, el inquilino tiene que ponerse inmediatamente en contacto con el dueño, que deberá ocuparse de todos los gastos necesarios para asegurar su habitabilidad.

Suministros: Gastos como el agua o la energía eléctrica deben correr en este tipo de alquileres siempre por cuenta del propietario.

Garantías para el propietario

Ocupación máxima: El propietario tiene derecho a poner los límites que considere oportunos en el alquiler, como un número máximo de inquilinos o la prohibición de tener animales, siempre que se establezca de antemano.

Señal: El importe de este pago, por el que el futuro inquilino se compromete a alquilar la casa, suele estar entre el 15 y el 25% del coste total.

Seguridad: Los expertos recomiendan cambiar la cerradura regularmente para evitar robos o visitas inesperadas, dado el elevado tránsito de personas que ocupan la vivienda.

Inventario: En el momento de iniciar la estancia del inquilino se recomienda hacer un listado con los enseres que tenga la casa en el que figure el estado en el que se encuentran. Así, si se rompe o se estropea algo, se podrá reclamar.

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