Las hipotecas son un 7% más caras que hace un año.

Que tampoco cunda el pánico. Si unos cuantos desgraciados no pueden pagar, los bancos les embargan y ya está. Pero si los que no pueden pagar son millones, ya sacará el Gobierno de turno medidas y ayudas para no ser barrido en las siguientes elecciones. Sebastián.

Trabajo en una inmobiliaria, y es una pasada que hace dos años un piso de 30 millones de pesetas saliera a 700 euros al mes y ahora salga a 1.000. Cuando le saco la letra a un cliente es, en un cálculo aproximado, al 4,85%. ¡Esto es caótico! Mi jefe tiene cara de acelga; con la pasta que se llevó en los últimos años, que se vendía todo, ahora está acojonado de cómo se pone el tema. En fin, voy a dar una vuelta por las ofertas de trabajo del Segundamano... Je, je, je. Me cago en el euríbor.

Habitualmente quedábamos cinco parejas para salir el sábado por la noche a cenar y a bailar. Desde hace seis meses, tres de ellas nos suelen dar excusas para quedarse en casa del tipo "vienen mis padres a cenar", "tenemos visita", "me duele la cabeza", etc. Antes, por supuesto, nos hablaban de sus flamantes nuevos pisos todo el tiempo. En la últimas ocasiones, la conversación se desviaba hacia el fútbol o las películas. Sara.

¿Happypotecado o despisado?

No entiendo la obsesión por tener la vivienda en propiedad. Yo tengo la vivienda como un sitio donde dormir y cobijarme del frío, pero no necesito sentirla mía. Esa necesidad no sé si será cosa de la personalidad o algo impuesto por la sociedad española. Yo creo que más bien lo segundo... Sinceramente, pienso que no merece la pena cargarse con una deuda tan grande y anclarse a la tierra con una soga. Yo valoro más el poder cambiarme de residencia, provincia o país en un chasquido de dedos, vivir a cinco minutos andando de mi trabajo y no necesitar coche, hacer reformas, obras, pintar o barnizar cada cierto tiempo... ¿Es que acaso voy a vivir para siempre o me lo voy a llevar conmigo? Luis.