La Red de redes, Internet, se ha instalado a toda velocidad en muchos aspectos de nuestra vida. En el acoso escolar también han comenzado a penetrar las nuevas tecnologías y algunos jóvenes utilizan ya el correo electrónicos y los chats para hacer la vida imposible a sus compañeros de clase.

En Córdoba ya están empezando a detectarse este tipo de casos, denominado por los expertos como e-bullying o ciberbullying. De las 47 llamadas que recibió entre enero y mayo la organización SOS Bullying en la provincia, en cinco casos se relataban episodios de acoso en los que estaba presente Internet.

«Han sido casos en los que algún alumno ha recibido correos electrónicos ofensivos o amenazantes, que han sido acosados por algún chat o que han utilizado su cuenta de Messenger para suplantarle la personalidad y hablar con otros chicos en su nombre», explica Ferrán Barri, psicólogo y coordinador de este servicio.

A diferencia de otras provincias, en Córdoba no se ha registrado ningún episodio de bullying con el teléfono móvil de por medio. En Sevilla o Granada ha habido casos donde se han grabado  agresiones o ridiculizado a compañeros a través de SMS.

Para evitar situaciones de  bullying a través de la Red, Barri propone que el ordenador sea de «uso familiar» y que esté ubicado en un espacio de la casa donde tengan acceso. Así, los padres podrán saber con quién chatean sus hijos y que páginas visitan.

El perfil del acosador

Los acosadores provienen de cualquier capa de la sociedad, según los expertos, pero todos tienen una serie de rasgos en común. Todos han sido educados con valores como la sumisión y la prepotencia, y no en la igualdad, y están acostumbrados a avasallar, entre otros aspectos. El acoso se produce en mayor medida entre los 11 y los 16 años, sobre todo, durante la primera etapa de secundaria: de 12 a 14 años.