El gobierno municipal del Ayuntamiento de Alzira (Valencia) ha instado a la Universidad Católica de Valencia (UCV) a "solucionar los problemas de las condiciones de seguridad legalmente establecidas y a contar definitivamente con la correspondiente licencia de apertura".

El consistorio explica, a través de un comunicado, que "la Universidad Católica está en funcionamiento en Alzira desde 2007 y desdeese año el anterior gobierno, del Partido Popular, ha ido permitiendo que se impartan clases en el campus sin que se cuente con licencia de apertura, que se solicitó en enero de 2013, aunque en el Ayuntamiento no existe ningún expediente que la dé como otorgada".

Desde el Departamento de Gestión Urbanística manifiestan que los alzireños "tienen que conocer que se ha consentido la apertura de un local de concertación pública para la docencia, tan importante cómo es una universidad, sin contar con las pertinentes medidas de seguridad que tiene que cumplir por ley".

"Es por este motivo que el Ayuntamiento de Alzira, desde la Concejalía de Gestión Urbanística, ha requerido en la Universidad Católica que enmiende los defectos con que cuenta actualmente". Entre ellos, señalan que "hay que adecuar los recorridos de evacuación en la zona de la biblioteca, puesto que superan los máximos y no se puede considerar la escalera como salida de planta" y se debe "revisar el sentido de apertura de las puertas de las aulas, y en caso de que la apertura sea hacia el exterior, estas no podrán invadir los recorridos de evacuación".

Igualmente, le pide que "justifique el cumplimiento de los recorridos de evacuación de los despachos de la primera planta porque existen aposentos situados en esta planta que no se adecuan; ha que justificar que la puerta de salida al exterior cumple con la anchura necesaria, y que las escaleras disponen de los pasamanos; y, lo que es más importante, se tiene que instalar la dotación de extintores y acreditar que las escaleras de evacuación disponen del correspondientes pilotos de señalización".

"ocho años en riesgo"

El gobierno de Alzira advierte de que, en caso de no subsanarse estas "anomalías", se verá "en la necesidad de clausurar el campus de la Universidad Católica para no contar con las condiciones de seguridad, lo que supone que los alumnos llevan ocho años en riesgo".

El concejal de Gestión Urbanística, Fernando Pascual, por delegación del alcalde, ha planteado la necesidad de una reunión con los responsables del campus universitario para conminarlos a enmendar los defectos con que cuentan las instalaciones.

Desde el gobierno municipal se considera que "no se puede permitir que una institución educativa como la Universidad Católica esté ejerciendo su tarea de docencia haciendo caso omiso a la legalidad".