Diccionario sexológico: los secretos más íntimos de la letra 'b'

  • Durante tres meses te ofrecemos una serie con 90 preguntas sobre sexo que serán respondidas por la sexóloga Pilar Cristobal, para que puedas sacarle todo el partido a tus relaciones en verano.

Baños públicos: A lo largo de la Historia se han utilizado los baños públicos tanto para higiene personal como para otros menesteres como contactos sociales, sexuales o el encuentro con prostitutas/os. En la roma clásica los baños públicos o termas eran un lugar de encuentro donde tanto se resolvían negocios como los amantes podían encontrarse sin peligro. En la Edad Media los baños públicos eran prostíbulos que usaban los hombres para su bienestar estaban servidos por mujeres generalmente esclavas compradas para tal fin. Los musulmanes devolvieron a los baños su carácter funcional separando a los hombres de las mujeres. Los baños desaparecieron de la cultura Occidental hasta el siglo XX cuando aparecen las Saunas como lugares de encuentros sexuales especialmente potenciadas por el público gay.

Besar. Besar es apoyar los labios sobre un objeto o persona, se pude besar presionando un poco, añadiéndole un ligero ruido, succionando ligeramente, con los labios cerrados o abriéndolos, los besos más sexuales son aquellos en los que se introduce la lengua en la boca del otro o se succionan los labios imitando lo movimientos del coito. En general y aparte de su función erótica los besos son la expresión social de reconocimiento más extendida en toda la Tierra y aunque muchos creen que es una manifestación de afecto espontánea y natural, no es así. Hay culturas como la china que los desconocen o como la japonesa que los considera tan insufriblemente desagradables que los eliminan de las películas occidentales que llegan a sus pantallas.

Bondage. El bondage está relacionado con el acto de atar o impedir los movimientos del otro. Los primitivos lo usaban para impedir que las mujeres raptadas escaparan. Luego estas ataduras evolucionaron conviviéndose en ligaduras simbólicas alrededor de la cintura en las muñecas o en un dedo. En la actualidad es una práctica muy difundida que constituye todo un arte. El atador debe saber hacer nudos y ataduras sin dañar al atado y proporcionándole una postura cómoda de este modo cualquier postura puede convertirse en algo muy excitante.

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