La consejera de Igualdad y Políticas Sociales andaluza, María José Sánchez Rubio, ha animado este miércoles a las familias con problemas de violencia de hijos a padres a que pidan ayuda a la Administración y ha señalado que la Junta tiene 1.500 profesionales de mediación familiar a disposición de padres y madres que se puedan encontrar en esta situación.

A raíz del informe que este martes presentó el Defensor del Pueblo andaluz y que recoge que las sentencias impuestas a menores por violencia hacia sus padres han aumentado un 60 por ciento en cinco años, la consejera ha dicho que es "muy importante" que esa violencia se conozca, que las familias no sientan vergüenza al respecto y que pidan ayuda porque "hay posibilidades de intervenir".

Así, ha indicado que los medios humanos de la Junta para la mediación familiar ofrecen una ayuda que es gratuita "para las familias que no lo puedan abordar", que se pueden obtener información en la página web de la Consejería y que atienden "en cualquier pueblo de Andalucía".

En cuanto a los menores atendidos, Sánchez Rubio ha dicho que se trata de 6.000 jóvenes en riesgo social y que, en muchas ocasiones, "no proceden de familias en situaciones de desventaja social sino de posiciones económicamente medias y altas", por lo que "han tenido acceso a determinados consumos que ahora no se les pueden facilitar, lo que genera tensión y violencia".

En cualquier caso, la consejera considera "fundamental" la educación en valores porque, según ha explicado, se ha facilitado un "excesivo consumo" a los jóvenes y, en situaciones de crisis económica, cuando no puede mantenerse ese consumo, se genera la violencia.

"Hay que hacerles responsables y colaboradores, por eso estas experiencias son tan importantes", ha dicho la consejera, que ha insistido en que "cuando estén desbordadas", las familias deben saber que "hay equipos que pueden ayudarles".