Imbroda toma posesión como presidente de Melilla con los objetivos de bajar el paro y la pobreza

El presidente, ante el ministro de lnterior, ha destacado que "deberemos estar muy atentos a los rigorismos religiosos" para evitar el riesgo del terrorismo
Imbroda recibe el bastón de mando de manos de Fernández Díaz
Imbroda recibe el bastón de mando de manos de Fernández Díaz
EUROPA PRESS/DELEGACIÓN DEL GOBIERNO
Imbroda recibe el bastón de mando de manos de Fernández Díaz

Juan José Imbroda (PP), de 71 años de edad, ha tomado posesión por quinta vez consecutiva como presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla y ha anunciado que entre sus prioridades estará la lucha contra el paro y la pobreza.

En el acto de investidura, en el que el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, le ha entregado el bastón de mando y le ha impuesto el toisón de oro, Imbroda ha anunciado que su próximo Gobierno contará con una Consejería de Empleo, que aglutine además a la sociedad pública para generación de trabajo Promesa y el Patronato de Turismo, con el fin de reducir la alta tasa de paro, superior al 20 por ciento, que padece la ciudad.

Imbroda también ha subrayado en su discurso de investidura la puesta en marcha de un segundo Plan de Inclusión Social para la luchar contra la pobreza, con medidas de formación y empleo. En este sentido, ha señalado que, aunque se haya se ha reducido la tasa de pobreza del 33 por ciento de 2010 al 21 por ciento de 2014, "hay que dar la batalla de la pobreza mientras haya una sola familia pasándolo mal".

En este sentido ha declarado que "este segundo plan (contra la pobreza) debe ser más ambicioso que el primero y debe incluir acciones en formación y empleo para las personas mayores, para la infancia y la familia, para las personas afectadas por la pobreza, para la discapacidad y dependencia y para la igualdad y prevención de la violencia contra las mujeres".

El reelegido presidente de la Ciudad ha destacado otras medidas de su Ejecutivo encaminadas a mejorar a la economía, como el proyecto de ampliación del Puerto de Melilla, que supondría ganar al mar 25 hectáreas y crear unos 5.000 puestos de trabajo, entre empleos e indirectos.

También ha resaltado las mejoras educativas previstas, como la construcción un nuevo colegio de Infantil y Primaria y un Instituto de Enseñanza Secundaria así como el uso del antiguo edificio de Correos como sede la Escuela Universitaria de Enfermería así como la creación de un nuevo Campus de la Universidad de Granada en Melilla en los terrenos del antiguo cuartel de Ingenieros.

Terrorismo e inmigración

El presidente de Melilla ha indicado que su Gobierno nunca va a olvidar y, por lo tanto cuidar, la pluralidad cultural de la ciudad, y por ello ha manifestado que "hay que hacer constante pedagogía de los valores que la hacen posible, además de remarcarlos en el frontispicio de Melilla: el respeto, la tolerancia, la igualdad, la paz, la solidaridad y la libertad".

"Deberemos estar también muy atentos a los rigorismos religiosos como riesgo de retorcimiento de esos valores y conducirlos a la perversión más absoluta" ha advertido.

En este sentido, ha dicho que "tenemos que luchar para alcanzar mejores condiciones sociales en la juventud, para que no sea elemento de ningún riesgo potencial. Tenemos que apoyar a las organizaciones que están comprometidas en esa lucha, bien desde el punto de vista social, como el religioso. Y tenemos que estar todos atentos -ha proseguido- para denunciar cualquier comportamiento que sea contrario a esos valores de los que hablaba antes. Y ésto con total decisión".

Por otro lado, ha mostrado su deseo de que la política migratoria del Gobierno sea cada día más una política común europea, que "luche contra la inmigración ilegal" y que "al mismo tiempo se muestre comprensiva y solidaria ante el drama humano de la inmigración".

En este punto ha mostrado su reconocimiento y estímulo a los policías nacionales y a los guardias civiles que trabajan en la valla porque "en el perímetro fronterizo han dado sobradas pruebas de compromiso profesional enriquecidos por una gran dosis de solidaridad y humanidad extraordinaria".

Errores y aciertos

Imbroda ha dicho que en estos 15 años como presidente de Melilla "ha habido tiempo para la frustración y para la esperanza, para el acierto y para el error, para encuentros y desencuentros, pero en todos ellos, que son compañeros inseparables de un servidor público, mantuve y mantengo una gran dosis de ilusión y de fe en mi ciudad, o sea, en España".

Ha subrayado que "nada tiene que ver aquella ciudad del año 2000 con esta actual y es que hemos pasado de 70.000 a 87.000 habitantes, un 25 por ciento más, un cuarto de población mayor, incrementándose la población extranjera del 9 al 16 por ciento. Y tampoco nada que ver con la fisonomía urbanística o las políticas sociales. Nuevos tiempos, nuevos y viejos problemas".

Por último, ha asegurado que "llegué en el 2000 ligero de equipaje y cuando me vaya lo haré igual que cuando llegué. Que me puedo equivocar y me equivocaré, pero nunca lo he hecho ni lo haré para un perverso provecho mío; y si acaso doblé la vara de la Justicia no lo hice con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia".

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