"Los exiliados románticos" cierran el ciclo de cine de verano de Bodegas Franco Españolas

La proyección de la cinta "Los exiliados románticos" se cierra este jueves 16 de julio el ciclo del cine de verano de Bodegas Franco Españolas, con un "gran éxito de público unido a la selección de películas han animado de una forma diferente y divertida las noches de los jueves de Logroño", como apuntan desde la organización.

La proyección de la cinta "Los exiliados románticos" se cierra este jueves 16 de julio el ciclo del cine de verano de Bodegas Franco Españolas, con un "gran éxito de público unido a la selección de películas han animado de una forma diferente y divertida las noches de los jueves de Logroño", como apuntan desde la organización.

"Los exiliados románticos", del director Jonás Trueba, consigue retratar tres historias de amor que se ofrecen como una puntual descripción de un zarpazo al tiempo, al verano, a la juventud, al amor. En la carta de presentación del teaser, Trueba comentaba que "nos convertimos en productora y para celebrarlo nos fuimos a rodar una película a finales de verano".

La tercera película de Jonás Trueba, después de "Todas las canciones hablan de mí" (2010) y"Los ilusos" (2013), vuelve a ser una carta de amor, de amor al cine. Sin grandes preparativos, sin un guión previo, sin presupuesto, sólo con la necesidad de "hacer una película que recuerde la importancia y la existencia de la amistad".

Trueba ha realizado un viaje de 12 días, de Madrid a Toulouse, luego a París y vuelta a Barcelona, solo con la intención de demostrar que la felicidad está ahí mismo. Y lo consigue con un cuento de verano franco español, sencillo y luminoso, un pequeño prodigio inteligente y melancólico.

La película cuenta la historia de tres amigos que emprenden un viaje sin motivo aparente. Algunos podrían decir que se trata de quemar las últimas naves de la juventud mientras que otros hablarán de la decadencia del género masculino.

"Los exiliados románticos" habla un poco de eso y de otras cosas no menos trascendentes, durante un trayecto largo y a la vez corto en el que los personajes van al encuentro de amores idílicos y a la vez efímeros, con la única misión de sorprenderse a sí mismos y de seguir sintiéndose vivos.

Al finalizar la proyección, MiguelZ ofrecerá una selección de canciones franco españolas, en las que habrá bandas sonoras, guiños al cine y mucho más. Desde los años cincuenta hasta ahora, para escuchar y para bailar, para celebrar que todavía nos queda mucho de este efímero verano por delante.

La cita es mañana jueves 16 de julio y la apertura de puertas es a las 20 horas porque existe la posibilidad de disfrutar de unos vinitos y unos pinchos de la mano de "La Tavina". Se reservar la sesión por un precio de 3 euros, en visitas@francoespanolas.com; en el teléfono 941 25 12 90 o en la misma puerta de la bodega antes de la sesión.

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