El director Jonás Trueba presentó su tercer filme, 'Los exiliados románticos' durante la pasada edición del Festival de Cine de Málaga y ahora acaba de emprender un viaje por España para proyectar en varios cines de verano este largometraje, un "retrato de la amistad" tejido con "instantes de alegría".

El "road trip" ha comenzado en Granada, donde el pasado jueves se proyectó el filme en las Cuevas de Sacromonte, para continuar el sábado en Zaragoza, este jueves día 16 en Logroño, el 22 en León, el 27 en Sevilla, el 31 en Ibiza, el 4 de agosto en Córdoba, el 6 y 7 de agosto en Madrid, el 13 en Avilés, el 21 de agosto en Barcelona y el 29 y 30 en Valencia.

De esta forma, antes de que la película llegue de manera oficial a las salas de cine el próximo 11 de septiembre, la cinta podrá verse al aire libre con el fin de transmitir 'Los exiliados románticos' tal y "como se hizo", puesto que se trata de un largometraje que "se rodó en verano y respira el verano", según ha indicado durante una entrevista concedida a Europa Press.

El argumento de la tercera cinta dirigida por Jonás Trueba gravita sobre tres amigos que emprenden un viaje en furgoneta hacia Francia al encuentro de amores idílicos y a la vez efímeros, con la única misión de sorprenderse a sí mismos y de seguir sintiéndose vivos.

Al contrario que la mayoría de las películas, que requieren habitualmente meses y años de planificación y preparación, Trueba ha señalado que 'Los amantes exiliados' tiene un grado de espontaneidad y de intuición "bastante alto", puesto que no ha pasado por ningún proceso de "intelectualización". "Surge más de las ganas de arañarle al verano los últimos días", ha dicho.

El resultado es una película "muy alegre" y precisamente esto es de lo que más orgulloso se siente, puesto que no hay "ni un gramo de drama" en la duración de este metraje. "Es una película sostenida sobre pequeños momentos e instantes de alegría, lo que provoca que sea muy placentera verla", ha asegurado el cineasta.

El mundo de rohmer,

"el mundo de todos"

A juicio de muchas de las personas que han visto 'Los exiliados románticos', Éric Rohmer, una de las figuras intelectuales de la Nouvelle Vague francesa y autor de cintas como 'Pauline en la playa' o 'El rayo verde', juega un papel importante en esta película.

Para Jonás Trueba, esto significa que "Rohmer está vivo" y que "se piensa en él". Es un director importante en su vida y, según ha admitido, es una referencia que lleva "en la memoria", aunque precisa que no ha tenido la vocación de hacer una película "rohmeriana".

"Rohmer era tan bueno que en el momento en que ves a dos personas hablando con verde al fondo y al aire libre te dicen que eres rohmeriano, aunque sea algo muy normal, que se da en la vida real. Las conversaciones, los viajes, los parques y el verano se asocian a Rohmer, ha conseguido hacer suyo un mundo que es el de todos", ha subrayado.

El rodaje de esta película duró 12 días, algo de lo que se siente "orgulloso" y que considera un "logro" puesto que ha sido una película "exigente". En él trabajó el mismo equipo que trabajó en 'Los ilusos' (2013), su anterior filme, y el presupuesto ha sido de alrededor de 15.000 euros, obtenidos de lo que recaudado anteriormente, aunque ha matizado que a esto hay que sumar gastos posteriores.

A pesar de ser una "película independiente" y de no haber recurrido a métodos de financiación como el "crowfounding", Trueba precisa que no quiere parecer "el listo que ha hecho la película más barata". "Me gustaría contar con más presupuesto, no quiero batir reto de hacer la película más barata y soy reticente del low cost y de venderlo como lo bueno", ha señalado.