El fengshui es un ancestral sistema chino de estética que pretende utilizar la doctrina taoísta para ayudar a mejorar la vida, y que es de aplicación para la construcción y decoración de una vivienda. Aunque para muchos sólo es una pseudociencia, pocas casas se decoran en China sin tener en cuenta el fengshui y ya tiene muchos adeptos en Occidente.
El sonido también decora nuestra vida y afecta a nuestro estado de ánimo. Así ha nacido el sound-shui. La idea, como explica el blog de Anida, es que a través del sonido se busca la armonía deseada.
En este caso el chi –el flujo vital de energía, según la cultura china tradicional– es una idea menos abstracta que en el fengshui, porque la música es energía física convertida en ondas. A través de las vibraciones provocan efectos reales en el organismo.
El sound-shui sugiere reglas para distribuir las habitaciones y ubicar el mobiliario, pero todo ello basándose en el sonido. Jan Cisek es experto en fengshui y sound-shui asegura que la correcta colocación de altavoces de sonido en casa es “una forma ideal de activar, armonizar y moderar el flujo de energía”.
Cisek da unas pautas básicas sobre cómo aplicar el fengshui a la música de nuestro hogar. De entrada, la unidad principal del equipo de sonido debe estar en la habitación que sea más importante para nosotros (salón, dormitorio, estudio…) porque será allí donde tendrá una mayor influencia armónica. Apartir de aquí cada estancia tiene sus necesidades:
- Salón: la mejor ubicación de los altavoces es en los rincones. De esa forma se obtiene un sonido envolvente, lo que hará que despierten aún más tus sentidos y se expanda tu conciencia.
- Cocina: suele ser un entorno pequeño. La salida de sonido hay que situarla junto a una pared para que las ondas se distribuyan como un halo hacia delante. Los alimentos son pura energía, de modo que Cisek sugiere que la música que escuches allí sea vibrante.
- Baño: prima la purificación exterior e interior. El altavoz debe estar en un rincón alto (alejado del agua, la seguridad también importa). Por las mañanas es aconsejable escuchar música revitalizante aunque no estridente. Por la noche, sobre todo si tomas un baño, sonidos que te induzcan a la relajación.
- Dormitorio: los altavoces están mejor cerca de la cama, con el objetivo de proporcionar una sensación de intimidad, o próximos a la ventana, para favorecer la acústica. Al igual que en el baño, la elección musical tendrá que ver con la activación matutina o la relajación nocturna.
- Terraza: es aconsejable que la orientación del sonido sea hacia la casa, no hacia el exterior, para que no se pierda y rebote en la fachada envolviendo el entorno.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios