El confidente del caso Soler afirma sentirse "acosado" por la Policía tras declarar contra el expresidente del Valencia

El que fuera testigo protegido en el intento de secuestro por parte del expresidente del Valencia CF Juan Bautista Soler a otro expresidente del club che Vicente Soriano ha afirmado ahora sentirse "acosado" por la Policía: "Estoy acosado por la policía, desde antes y tras declarar contra Soler. Me detienen cada dos o tres semanas y luego me sueltan. Yo no lo entiendo".

El que fuera testigo protegido en el intento de secuestro por parte del expresidente del Valencia CF Juan Bautista Soler a otro expresidente del club che Vicente Soriano ha afirmado ahora sentirse "acosado" por la Policía: "Estoy acosado por la policía, desde antes y tras declarar contra Soler. Me detienen cada dos o tres semanas y luego me sueltan. Yo no lo entiendo".

Rachid, de nacionalidad marroquí, se ha pronunciado así en el juicio que se sigue contra él y otras cuatro personas más en un juzgado de lo Penal de Valencia por dos asaltos a chalets y lesiones a los moradores. Fiscalía pide para él la pena de 16 años y medio de prisión en este procedimiento.

Paralelamente a esta causa, Rachid está imputado en el caso de Soler. Inicialmente era testigo protegido al haber colaborado con la Policía en destapar el proceso. Sin embargo, a lo largo de la instrucción, pasó a adquirir la condición de imputado. Esto ocurrió después de que Soler declarase que fue Rachid quien le propuso secuestrar a Soriano porque le comentó que era la mejor forma para solucionar los problemas que mantenía con él por el dinero que le adeudaba.

Así mismo, Rachid fue detenido hace unos 15 días en otra causa abierta por tráfico de drogas que fue declarada secreta. En este último caso, tras pasar a disposición judicial, quedó en libertad.

Este lunes ha arrancado contra él el proceso por el asalto a los chalets y ha negado en todo momento cualquier implicación en este asunto. Preguntado por si participó en los robos, ha dicho: "Yo no me dedico a esto", para agregar más tarde: "Yo soy empresario, yo no me dedico a estas cosas".

Así, ha atribuido la acusación contra él a dos cuestiones: la primera, por sentirse "acosado" por la Policía "desde antes y tras declarar contra Soler"; y, la segunda, por los negocios que mantiene con uno de los perjudicados en la causa: "Lo conocía antes de Navidad. Sabía donde vivía y conocía a su familia".

También ha indicado que conoce a una de las acusadas porque era la encargada del equipo de relaciones públicas para repartir publicidad de la discoteca de la que es propietario; mientras que a otro acusado lo conoce de haber repartido flyers. Con este último ha dicho que acabó "mal" porque se enteró de que tiraba la publicidad y de que repartía droga en su discoteca.

Sobre los objetos encontrados en su vivienda y que se atribuyen a los robos en las viviendas, ha afirmado que ya presentó las correspondientes facturas para justificar su compra. También ha aseverado que no recuerda haber hecho ninguna llamada a ninguno de los acusados —frente a las conversaciones que se grabaron y que están incorporadas en el procedimiento—.

Precisamente su abogado ha solicitado al juez la nulidad de las escuchas telefónicas y transcripciones atribuidas a los acusados. Ha afirmado que se trata de pruebas "ilícitas" que vulneran el derecho fundamental al secreto de las comunicaciones y a un proceso con todas las garantías. Además, ha solicitado que se anule el reconocimiento de un testigo a Rachid en una rueda, puesto que ya lo había reconocido a través de una fotografía 15 días antes. Por último, este letrado ha aportado documentos sobre los negocios de su cliente y su "solvencia empresarial".

Tanto este abogado como el resto que representaba a los otros cuatro acusados y el ministerio fiscal habían pedido al juez que suspendiera la vista ante la falta de dos testigos clave, dos agentes de Policía Nacional que no han podido acudir al juzgado por encontrarse de vacaciones. Sin embargo, el juez ha desestimado esta solicitud para evitar dilaciones indebidas y ante la agenda "complicada" que dispone.

Los hechos

Los hechos que se atribuyen a Rachid y a los otros cuatro acusados se remontan a febrero de 2013, cuando el día 6 se presentaron en un domicilio de la calle Maximiliano Tous de Valencia y tras abrirles la puerta los moradores, entraron con pasamontañas, les golpearon y robaron dinero y otros objetos.

Unos días más tarde, el 18 de febrero, siguieron este mismo 'modus operandi' en otra vivienda de la calle Antonio Machado de la Pobla Llarga. Con pasamontañas, amordazaron a los moradores, les preguntaron por la caja fuerte, robaron y se marcharon del lugar. Otros acusados —uno de ellos en prisión— han negado su implicación en estos asuntos.

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