La Guardia Civil ha intervenido una pistola del calibre 22, otra de 9 milímetros parabellum y un revólver del calibre 18 después de que dos de ellas fueran arrojadas desde un coche que, al encontrarse con un dispositivo de seguridad ciudadana en la A-7, en San Roque, dio la vuelta circulando cuatro kilómetros en dirección contraria y se dio a la fuga, y otra fuera localizada en el interior del vehículo.

Según ha informado la Guardia Civil en una nota de prensa, las tres armas estaban montadas y dispuestas para el uso. Los ocupantes del vehículo no han podido ser localizados.

Durante el desarrollo de un operativo de seguridad ciudadana establecido en la autovía, los agentes observaron cómo un vehículo de color blanco, que se encontraba en la cola de retención, se daba la vuelta, circulando en dirección contraria durante más cuatro kilómetros.

Parte de los integrantes del operativo salió en persecución del coche observando que sus ocupantes arrojaban a la cuneta una bolsa por la ventanilla. En ella había un revólver del calibre 38 especial con seis cartuchos en el tambor, una pistola del 9 milímetros parabellum con diez cartuchos en el cargador y dos gorras con la inscripción POLICE.

El seguimiento del coche continuó hasta la urbanización de Sotogrande-San Roque, donde sus tres ocupantes abandonaron el vehículo y huyeron sin que fuera posible su localización.

En el vehículo abandonado, con placas de matrícula falsificadas y que fue sustraído en el año 2014 en Altea (Alicante), se localizó la pistola del calibre 22, con cuatro cartuchos en el cargador; seis cartuchos del 38 mm; una gorra con la inscripción de policía y tres placas de matrículas. En las cercanías del vehículo también fue intervenido un inhibidor de frecuencias, 18 cartuchos del calibre 9 milímetros y cuatro pasamontañas.

De los hechos se instruyeron las correspondientes diligencias que, en unión de lo intervenido, han sido puestas a disposición de la autoridad judicial.