Pesadillas, la patria del sudor y la sábana arrugada. Hábito del puñetazo inconsciente lanzado si previo aviso contra nuestro acompañante en la cama. "El subconsciente traicionando a sus principios", como asegura un lector... Siéntese en el diván de el mensual y confiese sus pesadillas. ¿Cuál ha sido o es la peor? ¿Se atreve a contarla?

"Mi peor pesadilla es ver a Cristiano Ronaldo celebrando un gol por la jeta que pone", dice Paolo24. Gestos extraños. Dedos al cielo. Bocas torcidas. La música de Kevin Roldán teniendo el mismo efecto que la banda sonora de Tiburón. Cristiano, señor de las bestias blancas...

Para T 800 PLV, su peor pesadilla es cuando tiene que subirse "en un avión" y es de los que "aplaude cada vez que aterriza". Besar al capitán. Besar a la azafata. Otro chute de la mascarilla de oxígeno. Celebrar la vida. Gastárselo todo en tabaco sin impuestos y un buen coñac. "¿También lo haces cuando el conductor del autobús llega sin ninguna baja a la siguiente parada?", pregunta Mdkmon.  Autobús es igual a escaso glamour aventurero, excepto en la India. Nadie celebra que ha llegado en bici al parque o que caminando no se ha torcido un tobillo.

"Mi peor pesadilla ha sido despertarme en un desierto y ver pájaros gigantes de dos cabezas chupar de la teta de una vieja, turbador...", dice Anastic. Amigo mío, pónganse a pintar cuadros surrealistas. ¿Qué significarán esos pájaros? Ocúltese de los psicoanalistas. No se lo diga al cura que prepara la excomunión. Mejor píntelo. "Pájaros hambrientos de teta". Ofrézcaselo a Arco, o a Discovery Max. Tiene nombre de interesante documental de La 2.

Sueños catódicos. "Mi peor pesadilla es que cada vez que llego a mi casa no puedo quitar Telecinco. Mi madre es una de esas que dice que no ve Sálvame, pero si le dieran un céntimo por cada minuto que lo ve, seríamos millonarios", explica Tripichurlo. Se trata de una especie autóctona. Muy repartida por toda la geografía. Sabemos que España es el país del pensamiento, de la ciencia y de la gran cultura. Que cuando estornudas nadie dice Jesús, sino ¡Kierkegaard! Que cuanto sufres flatulencias no dices guarro, sino ¡situacionista! La telebasura truca las audiencias.

Adela21 tiene delirios con bicicletas: "Cuando vas andando por la calle, y ese ciclista, en vez de frenar, te pita como un poseso", explica. Cuanta razón. Los peatones no tenemos frenos, ni bocinita (alguna bocaza, poco más) ni tampoco caballito. Nuestro plato no es de aluminio. Solo tenemos un piñón fijo. Nuestra cadena no se engrasa. Y no entendemos esas señales escritas en el suelo, esas líneas que parecen las de Nazca, un aeropuerto extraterrestre. ¿Carril qué? Con el coche es otra cosa. Pero con las bicis... Que piten con su bocinita insultante. Que preparen las rodillas. Un buen peatón no se aparta. ¡Espartanos!

"Que Esperanza Aguirre era la presidenta de mi comunidad de vecinos, ozú, que sofocón", dice Mackeiham. Relámpagos en la noche oscura. Un aullido del perro Pecas acompaña a las fuerzas incandescentes. Sonidos de bisagras oxidadas... es la puerta, al fondo de la escalera. ¡El soooooviet! ¡El sooooviet!. Escuchas la voz de ultratumba. Te acurrucas bajo las sábanas. Por suerte, la comunidad de ese palacio en el que vive la condesa estará muy acostumbrada a los aullidos de su perro Pecas. Esperanza nunca se rinde en política. Queridos vecinos, sueñen con cosas más normalitas. "Como si volase como el héroe de la película Superman pero con final desastroso, me caigo, me doy un buen golpe, me desvelo enseguida, y luego me cuesta dormir de nuevo", nos escribe Isabel Mejías . Eso es... un sueño típico.