El primer ministro francés, Manuel Valls, anunció este martes que ha decidido recurrir por segunda vez al artículo 49.3 de la Constitución para aprobar su proyecto de ley de liberalización económica sin someterlo a la votación de la Asamblea Nacional.

"Hay que avanzar hacia el interés de los franceses, es un imperativo, y la determinación de mi Gobierno está intacta", dijo Valls en el parlamento, donde apuntó que la decisión, tomada tras haberlo consultado con el Consejo de Ministros, es ante todo una apuesta por la eficacia.

El Ejecutivo ya había utilizado ese artículo a mediados de febrero ante la dificultad para alcanzar una mayoría de votos en su primera lectura y ha esquivado de nuevo los diez días planeados de deliberaciones porque, en su opinión, el debate sobre ese texto ya ha tenido lugar y ha sido fructífero.

Como en la anterior ocasión, el proyecto quedará aprobado en esa cámara a menos que la oposición introduzca en las 24 horas siguientes una moción de censura, que los diputados conservadores, que hoy abandonaron la sala cuando Valls inició su discurso, ya han anunciado que van a presentar.

"Es una humillación al Parlamento", señaló ante la prensa el presidente del grupo parlamentario de Los Republicanos, Christian Jacob, que insistió en que el Ejecutivo ha perdido la mayoría y "no tiene capacidad para gobernar".

De superar la moción, el texto resultante irá posteriormente al Senado para una segunda lectura en esa cámara y, si hay discrepancias, pasaría de nuevo a su lectura definitiva por la Asamblea, donde el Ejecutivo podría servirse por tercera vez de ese artículo constitucional.

El ministro de Economía, Emmanuel Macron, recalcó que se había llegado al momento de "actuar" y que para que las medidas de fondo previstas tengan efecto sobre la economía no había que caer en nuevas discusiones.