Tribunales.-Condenadas 20 personas acusadas de la compraventa de titulines para dirigir embarcaciones de recreo

El Juzgado de lo Penal número 3 de Almería ha condenado a 20 personas acusadas de un delito de falsedad y de falsedad continuada en documento oficial que accedieron a la compraventa de titulines para patronear embarcaciones de recreo a través de una red que falseaba las pruebas de acceso y los reconocimientos médicos a través de las tres federaciones autonómicas de motonáutica y vela de Andalucía, Murcia y Madrid.

El Juzgado de lo Penal número 3 de Almería ha condenado a 20 personas acusadas de un delito de falsedad y de falsedad continuada en documento oficial que accedieron a la compraventa de titulines para patronear embarcaciones de recreo a través de una red que falseaba las pruebas de acceso y los reconocimientos médicos a través de las tres federaciones autonómicas de motonáutica y vela de Andalucía, Murcia y Madrid.

El fallo condena al ideólogo de la trama, Francisco José H.T., quien fue vocal de la Federación Andaluza de Motonáutica entre febrero de 2001 y 2004, así como cuatro colaboradores, entre ellos el ya expresidente del club náutico de Adra (Almería) y exconcejal José Arqueros; todos ellos encargados de la captación de clientes, a cuatro meses y 15 días de prisión cada uno, así como a una multa de tres meses a razón de tres euros diarios.

De igual manera, condena a otras 15 personas, que habrían contratado el servicio para conseguir los títulos mediante el pago de una cantidad que oscila entre los 250 y los 350 euros, a un mes y 15 días de prisión así como a una multa por el mismo tiempo a razón de tres euros diarios. En este sentido, la juez tiene muy en cuenta las atenuantes de confesión y dilaciones indebidas, puesto que los hechos se remontan a 2005.

La magistrada María Soledad Balaguer considera probado que Francisco José H.T. ideó y procedió a ofertar la posibilidad de obtener a cambio de una cantidad de dinero el título que habilitaba para manejar embarcaciones de recreo de hasta seis metros de eslora, con una potencia de 40 kilovatios y en navegación diurna sin que el adquiriente tuviera que pasar un reconocimiento médico ni realizar las pruebas teóricas y prácticas.

La venta de titulines, que posteriormente eran oficialmente expedidos por la Federación Andaluza de Motonáutica, La Federación Madrileña de Vela o la Federación de Vela de la Región de Murcia, fue encargada a tres colaboradores, quienes se dedicaban a captar clientes "a sabiendas del mendaz y oneroso procedimiento".

Para ello, muchos de ellos ofertaban esta opción a través de sus propios comercios, algunos de ellos dedicados a la venta de artículos de pesca, mientras que otros llegaron a colocar anuncios en periódicos e internet. A esta labor también se dedicó el principal acusado, quien además aprovechó su condición de funcionario interino en la Delegación Provincial de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía.

Exámenes firmados para ser rellenados

Bajo este procedimiento, los encargados de la obtención fraudulenta de los permisos, conseguían además del dinero pactado, dos fotos de carnet, fotocopia del DNI, la solicitud de examen y el examen mismo, documentos que eran firmados por los interesados —en ocasiones también se falseaba la firma— antes de que se rellenaran, de manera que el 'cabecilla' de trama era el encargado de cumplimentarlos correctamente y enviarlos al organismo correspondiente para la obtención del titulín.

Asimismo, y aunque Francisco José H.T. fue apartado de su puesto de funcionario y de la federación, contactó con el entonces presidente del Club Náutico de Adra José Arqueros, con quien se puso de acuerdo para seguir con el "irregular negocio", pero "dándole la apariencia de legalidad a través del mencionado club". Así, la actividad se perpetuó al menos entre 2005 y el 18 de septiembre de 2007, tiempo en el que, como mínimo, se expidieron 15 titulines.

El exvocal de la federación reconoció de manera explícita durante el juicio que le pagaban una comisión por tramitar las solicitudes y la documentación sin que se llegara a producir ni reconocimiento médico ni examen, que se entregaba en blanco para que únicamente fuera firmado. Asimismo, relató que "mucha gente" se dedicaba a hacer de intermediarios para cobrar parte del negocio y repartir comisiones, si bien en algún caso el objetivo era "ofrecer un plus" en los establecimientos que regentaban los colaboradores.

La investigación se inició precisamente después de que uno de los colaboradores enviara por correo ordinario 500 euros en efectivo y documentos correspondientes a otros dos acusados a la atención de Francisco José H.T. a la Delegación de Turismo.

El fallo absuelve así a una de los presuntos compradores, que pudo demostrar ante la falta de documentos que desconocía que el procedimiento seguido era ilegal, y al médico del Club Náutico de Adra, sobre quien no pudo afirmarse que expidiera certificados médicos sin reconocer a los pacientes a fin de lograr el titulín, puesto que no se llegó a demostrar que firmó y selló estos certificados de manera irregular.

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