El fallo, consultado por Europa Press, atiende la calificación de la Fiscalía y rechaza la de la acusación particular, que pedía que se juzgara al acusado como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa, al no haber podido observar durante el proceso la concurrencia de 'animus necandi', esto es, intención de acabar con la vida de su víctima.

La juez Marta Inés Sierra considera así que la versión de los hechos dada por el acusado carece de "verosimilitud" y no es compatible con las lesiones que presentó el denunciante, cuya "minuciosidad y persistencia" en el relato de los hechos se vio "plenamente" corroborada por el informe forense.

Como consecuencia de la agresión, la víctima sufrió unas lesiones que precisaron de tratamiento quirúrgico y 129 días para su curación, de los que todos ellos estuvo impedido para sus labores habituales. Asimismo, le han quedado secuelas en el hombro y una cicatriz de unos siete centímetros.

Ante esto, la juez también condena al presunto agresor a indemnizar a su víctima con 9.850 euros y le prohíbe durante cinco años acercarse a él, a sus familiares y a las personas con las que conviva a acercarse a menos de 200 metros.