Alerta OIT: 47,5 millones de adolescentes tienen un puesto de trabajo peligroso en el mundo

  • Este viernes es el Día Mundial contra el trabajo infantil.
  • La Organización Internacional del Trabajo publica un informe que prueba la relación entre trabajo infantil y paro juvenil.
  • 168 millones de niños son víctimas del trabajo infantil.
  • 75 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años están desempleados.
Una niña trabaja en una fábrica de ladrillos en la India, uno de los países donde la esclavitud infantil sigue existiendo en la actualidad.
Una niña trabaja en una fábrica de ladrillos en la India, uno de los países donde la esclavitud infantil sigue existiendo en la actualidad.
GTRES
Una niña trabaja en una fábrica de ladrillos en la India, uno de los países donde la esclavitud infantil sigue existiendo en la actualidad.

47,5 millones de adolescentes entre 15 y 17 años ocupan un puesto de trabajo peligroso en el mundo, según el informe que publica este viernes la Organización Mundial del Trabajo (OIT), con motivo del Día Mundial contra el trabajo infantil.

Esta cifra supone el 40% de trabajadores de este grupo de edad y muestra el "déficit de trabajo decente" para estos adolescentes que aún no son adultos pero han llegado a la edad mínima de admisión al empleo. Para la OIT, estos trabajos peligrosos constituyen "la peor forma de trabajo infantil y una violación de las normas internacionales del trabajo".

Este problema no es solo un fenómeno que se dé en los países en desarrollo. Según los datos europeos, se observa que los adolescentes en edad de trabajar presentan un riesgo de accidentes leves más elevado que la población adulta, un indicador de su presencia en actividades peligrosas.

Por ejemplo en el sector industrial en 2011, en la UE la tasa de incidencia de accidentes no mortales fue de 1.518 (por cada 100.000 personas empleadas) en el caso de los trabajadores de menos de 18 años, y de 1.251 (por cada 100.000 personas empleadas) en la media de los trabajadores.

En España hay 848.600 jóvenes de 16 y 17 años, de los cuales 42.900 son población activa, lo que representa una tasa de actividad del 5%. De ellos 8.700 están ocupados y el resto participan esporádicamente en actividades educativas no regladas. No conocemos su distribución sectorial, pero al igual que en el resto de la UE, el hecho de que su tasa de siniestralidad laboral no sea inferior a la media y que una cuarta parte de los 350 accidentes leves que sufren anualmente lo sea por sobresfuerzos es indicador de una presencia en actividades peligrosas de las que deberían estar excluidos.

168 millones de niños trabajadores

No son las únicas cifras 'negras' de este informe. En el mundo 168 millones de niños siguen siendo víctimas del trabajo infantil. Y ese dato es compatible paradojicamente con los 75 millones de jóvenes entre 15 y 24 años que están desempleados, y los muchos más que no han podido acceder a un puesto laboral decente.

La OIT —que durante esta jornada utiliza el lema "¡No al trabajo infantil. Sí a una educación de calidad!"— establece, con datos empíricos recopilados por medio mundo la letal conexión entre trabajo infantil (y el consiguiente abandono escolar) y el déficit  de trabajo decente para los jóvenes.

Utilizando los datos de 12 países con bajos ingresos, donde entre el 20 y el 30% de los jóvenes completan su transición de la escuela al mercado de trabajo a los 15 años, la OIT llega a la conclusión que "los que abandonan la escuela antes de los 15 años corren mayor riesgo de quedar totalmente excluidos del mundo del trabajo".

Del mismo modo, incide que no trabajar en el desempleo juvenil para evitar las malas persepectivas en esa franja de edad, puede actuar para las familias y sociedades como "un desincentivo para invertir en la educación de los niños en una etapa más temprana".

En resumen, la OIT alerta del largo impacto del trabajo infantil que provoca en las sociedades y que genera un círculo vicioso: el trabajo infantil incide en el paro juvenil, que a su vez desincentiva para apostar por la educación de los niños.

Políticas para atajar esta lacra

La OIT, tras las anteriores conclusiones, ofrece una serie de políticas "coherentes" para atajar estas dos lacras interrelacionadas que son el trabajo infantil y el desempleo juvenil.

  • Retirar a los niños de trabajo infantil y escolarizarlos. Esta medida de intervención temprana tendrá que apoyarse en dos pilares: la educación gratuita, obligatoria y de calidad hasta que la edad mínima de admisión laboral y la protección social.
  • Promover oportunidades de trabajo decente para los jóvenes. Como medida para facilitar la transición entre la escuela y el trabajo. Aunque la OIT reconoce que no existe un "enfoque único" sobre este asunto recomienda mayores inversiones en educación y formación, fortalecer la instituciones del mercado laboral y fomentar el espíritu empresarial en los jóvenes.
  • Eliminar el trabajo infantil en el grupo de edad de 15 a 17 años. Sobre todo, de los puestos de trabajo peligrosos.
  • Abordar las vulnerabilidades específicas de niñas y jóvenes. Recuerda la OIT que estas políticas deben tener una perspectiva de género, ya que las niñas, sobre todo en países subdesarrollados, son más vulenerables y tienen dificultades específicas (dificultad de matriculación, matrimonio precoz), además de estar expuestas a las peores formas de trabajo infantil, como la explotación sexual.
  • Crear un entorno político, económico y social propicio para lograr progresos. Entre otras, la OIT invita a profundizar en la "incorporación eficaz" de sus convenios sobre trabajo infantil en las legislaciones nacionales.
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