Ladrillos, cemento y soldaduras han certificado el desalojo del edificio sede del Patio Maravillas, en la calle Pez 21 de la capital, tras cuatro años de actividad y de enfrentamientos y negociaciones con el Ayuntamiento de Madrid y con la propiedad del edificio, en manos privadas.

Cerca de las 7.30 mañana efectivos de la Policía Nacional llegaban la calle Pez acompañados de los representantes de los propietarios del edificio, vacío a esas horas, para ejecutar la orden judicial de desalojo que pesaba sobre el inmueble. Al no haber resistencia, varios operarios han comenzado a tapiar los accesos y soldar una nueva puerta de metal.

Fuentes de la organización del Patio Maravillas, donde realizan labores y proyectos culturales cerca de 40 colectivos, han asegurado que han sido los vecinos los que les han avisado de lo que estaba pasando en el edificio. "Hemos llegado y tan sólo hemos podido pactar sacar algunas cosas, nos han dicho que eligiéramos", explican fuentes de la organización, que sólo han podido salvar "algunos ordenadores, el equipo de sonido... cuatro cosas".

El Patio Maravillas seguía con su actividad habitual y en su agenda había numerosos actos, talleres y otras actividades previstas para este jueves y viernes, como de costumbre. Pero no se llevarán a cabo: "están tapiando la puerta y soldando las rejas", relata con pesar una miembro del Patio Maravillas presente en el lugar, junto a otras 70 personas del colectivo, concentradas en las inmediaciones.

Patio Maravillas convocó una concentración este mismo jueves a las 19.00 horas en la Plaza del Dos de Mayo, en protesta por la clausura y por la negativa del Ayuntamiento de Madrid a ofrecer alternativas a este moviento cultural "un proyecto sólido y con mucha legitimidad", que "va a seguir les guste o no les guste", tal como expresan fuentes del colectivo. Decenas de personas acudieron a la convocatoria.

"Tenemos cosas pensadas además de la campaña para exigir al Ayuntamiento que ceda el uso de un edificio público", dicen desde el Patio Maravillas, que definen esta actuación como "los últimos coletazos de rabia", a tres días del posible cambio de Gobierno en el Ayuntamiento.

El denominado centro cultural y social Patio Maravillas, en pleno corazón del barrio de Malasaña fue convertido mediante okupación en lo que era hasta hoy, y en ese tiempo se han enfrentado a dos amenazas de desalojo que finalmente se frustraron, permitiendo que la actividad en el edificio continuara.

Sin embargo, la actual sede del Patio Maravillas en la calle Pez no fue la primera, ni pretendía ser la última. Las actividades de este colectivo ya se desarrollaron en un edificio de la calle Acuerdo, que fue desalojado. En 2011 utilizaron brevemente dos edificios en la Corredera Baja de San Pablo y en la calle Barco, de propiedad municipal, antes de recalar en la calle Pez.

Ante el inminente desalojo, hace tan sólo unos días el Patio Maravillas hizo una intentona de okupar un edificio municipal situado en la confluencia del Paseo del Prado y la calle Gobernador, en el lugar donde se construirá el Museo del Arte, Arquitectura, Diseño y Urbanismo, pero fueron desalojados a las pocas horas por la policía, por un supuesto delito de usurpación, y según alegaron las autoridades, porque el edificio del Paseo del Prado tiene problemas de seguridad y carece de permiso para realizar actividades

Patio Maravillas ya anunció que tienen intención de dialogar con los grupos municipales del nuevo Ayuntamiento de Madrid "para que defiendan este espacio como hoy lo hacemos nosotros y nosotras" y que el uso que se dé se consensúe "con la ciudadanía".

Asimismo, aseguran que la exjueza Manuela Carmena, "posible futura alcaldesa de Madrid, ya manifestó su intención de dialogar con este centro social madrileño" y que iba a "sentarse y hablar con el Patio, cosa que hasta ahora no se ha hecho".