La Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL), acompañada por la pianista georgiana Khatia Buniatishvili, afronta esta semana la recta final de la temporada de abono, prevista para el sábado 20 de junio, con un programa conformado por sendas obras de Rachmaninov y Stravinski.

Según la información difundida por el Auditorio Miguel Delibes recogida por Europa Press, el penúltimo concierto de temporada, programado para este jueves y viernes, estará dirigido por el estadounidense John Axelrod, quien conducirá a la OSCyL en la interpretación, en la primera parte, del Concierto para piano número 2 de Sergei Rachmaninov, en el que se acompañarán de Khatia Buniatishvili.

Axelrod, actual director titular de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y discípulo de Leonard Bernstein, se enfrenta junto a la jovencísima pianista Khatia Buniatishvili, cuya aparición en la escena internacional tuvo lugar cuando tenía tan solo diez años, a una de las obras "más emblemáticas" del repertorio pianístico.

Rachmaninov dedicó su Concierto para piano número 2 a su médico, Nikolai Dahl, quien le ayudó a salir de la profunda depresión en la que se hundió tras el fracaso de su primera sinfonía.

"Considerado el síntoma de que el compositor estaba totalmente recuperado, este concierto le supuso el reconocimiento como un gran compositor y es sin duda su obra más célebre", destacan las mismas fuentes.

La segunda parte está protagonizada por otro compositor ruso, Igor Stravinski, y por su 'Pájaro de fuego', obra ya escuchada en enero de 2013 en el marco de la programación familiar del Centro Cultural Miguel Delibes.

Esta composición, primera creada específicamente para los ballets Rusos de Diaghilev e inicio de su colaboración —para él también compuso 'Petrushka' y 'La consagración de la primavera'— supuso "la revelación de Stravinski como compositor".

"En el ballet, basado en cuento tradicional ruso, el compositor asocia el mundo real y humano con la música diatónica mientras recurre al cromatismo y la pentatonía para representar el mundo fantástico", explican las mismas fuentes antes de añadir que la instrumentación, en la que la percusión tiene un papel "relevante" y en la que se pueden apreciar las enseñanzas de Rimsky-Korsakov, "explora con gran maestría las posibilidades sonoras, colores y timbres, con melodías sugerentes, algunas de ellas basadas en el folclore ruso".

Posteriormente, el compositor volvió en tres ocasiones sobre la obra para extraer las suites orquestales que en la actualidad son las que se ejecutan con mayor frecuencia.