El expropietario de la Policlínica Miramar y uno de los máximos accionistas de la Agrupación Médica Balear (Ameba) -encargada de la gestión de la instalación sanitaria-, Cristóbal Pizá, ha aceptado una pena de un año de prisión tras reconocer haber defraudado dos millones de euros del centro sin el conocimiento del resto de accionistas. Sobre el acusado pesa un delito societario.

La Fiscalía solicitaba una multa de seis millones de euros, si bien finalmente ha optado por pedir prisión -sin oponerse a la suspensión de esta pena-, mientras que una de las acusaciones particulares reclamará por la vía civil los dos millones, tal y como han dado a conocer durante la vista oral celebrada este lunes y vista para sentencia en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma.

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