Los representantes de los vecinos expusieron ayer sus miedos y dudas acerca de la reforma de esta vía, que fue tachada de «despropósito urbanístico». Para los inquilinos de Antonio López, puente de Praga, avenida del Manzanares, zona norte y Vallecas, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, debe estudiar el estado de todos los inmuebles situados dentro de los 100 metros de distancia de los túneles que se van a construir. Denunciaron, además, que no se han evaluado realmente los pisos.

En Monforte de Lemos temen también por sus casas. Allí se eliminarán 1.500 árboles y se va a construir un falso túnel muy cerca de torres de hasta 15 plantas.

La Plataforma contra la M-30, integrada por distintas organizaciones vecinales, anunció ayer la convocatoria para el viernes de una manifestación. La marcha partirá a las 19.30 desde Sol y llegará hasta la plaza de la Villa.

Escasez de inspecciones

Más del 25% de los edificios  a los que las obras de la M-30 pudiera afectar no han sido inspeccionados, según denunció ayer IU en el Ayuntamiento. Este grupo señaló que una cuarta parte de los 1.022 inmuebles que según el alcalde habían sido revisados, todavía no se han inspeccionado, mientras que las obras siguen.