Un museo de Viena expone a los 34 'cero puntistas' de Eurovisión

  • La gran pinacoteca de arte moderno de Austria presenta 'The Nul-Pointers' ('Los ceros puntistas'), una colección de retratos al óleo sobre los que se fueron de vacío.
  • El autor, el caricaturista y dibujante Tex Rubinowitz, dice que no se trata de "una cámara de los horrores" sino de un homenaje a los perdedores.
  • Hay tres españoles: Víctor Balaguer ('Llámame', 1962), Conchita Bautista ('Qué bueno, qué bueno', 1965) y Remedios Amaya ('Quién maneja mi barca', 1983).
Montaje con los retratos de Tex Rubinowitz de los tres representantes españoles que obtuvieron cero puntos en Eurovision: desde la izquierda, Víctor Balaguer, Conchita Bautista y Remedios Amaya
Montaje con los retratos de Tex Rubinowitz de los tres representantes españoles que obtuvieron cero puntos en Eurovision: desde la izquierda, Víctor Balaguer, Conchita Bautista y Remedios Amaya
© Courtesy the artist
Montaje con los retratos de Tex Rubinowitz de los tres representantes españoles que obtuvieron cero puntos en Eurovision: desde la izquierda, Víctor Balaguer, Conchita Bautista y Remedios Amaya

Para sumarse a la fiesta de Eurovisión, el principal museo de arte moderno de Austria, el Leopold, ha decidido celebrar "el triunfo de los perdedores". La pinacoteca exhibe The Nul-Pointers, que podría traducirse por Los cero puntistas, una galería de los 34 cantantes que regresaron de vacío tras participar con escasísimo éxito en el certamen.

La muestra, que puede verse hasta el 8 de junio, es una colección de cuadros al óleo, pintados sobre tablas de madera en un estilo que combina la caricatura con el pop más naíf, del artista alemán Tex Rubinowitz (1961), que ha pretendido mostrar "las caras de los perdedores definitivos" sin intención cruel: "No se trata de una cámara de los horrores, sino de un homenaje a los que no obtuvieron ni un solo punto".

'Los iconos del fracaso'

Vista con la perspectiva de la historia, la galería de cero puntistas es la "antítesis" del glamour de los triunfadores, quienes, añade el artista, "deberían sentirse realmente miserables al enfrentarse a los rostros de los perdedores absolutos, los iconos del fracaso". Cada retrato está acompañado por una ficha con el nombre del artista, la edición del certamen en la que participó, el título de la canción y un breve texto de análisis y recuerdo. El tono es siempre cariñoso.

Entre los 34 cantantes que terminaron con el marcador en blanco pese a que el certamen es muy dadivoso en puntos y siempre tiende a reparar el agravio de los cero puntos en el recuento final hay tres españoles: Víctor Balaguer (Llámame, Luxemburgo-1962), Conchita Bautista (Qué bueno, qué bueno, Nápoles-1965) y Remedios Amaya (Quién maneja mi barca, Munich-1983).

Sobre el engolado Balaguer, el artista Rubinowitz escribe: "Con el mismo nombre de un héroe popular catalán del siglo XIX, Víctor era conocido como un cantante adaptable que se movía entre la música popular y la zarzuela, que cantaba tanto en español como en catalán. Tras Eurovisión Balaguer siguió con su carrera, cantando principalmente en su catalán nativo, un idioma que no era especialmente querido por el dictador Franco, que murió en 1975".

Bautista, dos veces

El texto sobre Bautista señala: "Se mudó de su Andalucía natal a Madrid en la adolescencia y rápidamente se estableció como actriz y cantante. Después de un noveno puesto en el Festival de Eurovisión en 1961 [Estando contigo], el jurado no estuvo de acuerdo en 1965 con su canción (...) En años posteriores se las arregló para conseguir pequeños papeles y apariciones como cantante en la televisión española".

Sobre Remedio Amaya el análisis es más empático:  "A veces, ser fiel a tus raíces musicales nacionales no ayuda a conseguir fruto en Eurovisión. Tal fue el caso de Munich, donde Remedios gimió su canción con una pasión flamenca que se llevó una de las mayores ovaciones de la noche pero ningún punto. Amaya sigue siendo una artista con clase y todavía canta en España y América".

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