Los hechos se produjeron sobre las 2.50 horas del día 8 de junio, cuando un ciudadano puso en conocimiento de la Policía que su vehículo acababa de ser sustraído por dos individuos en el Paseo de Obregón, de los que facilitó sus características.

Una hora y media más tarde, un familiar del denunciante llamó e informó de que el coche indicado acababa de verlo perfectamente aparcado en las puertas de una discoteca, sita en la Avenida Ramón Pradera.

El hecho de que el coche se encontrara perfectamente aparcado hizo presumir a los agentes que los responsables de la sustracción volverían a llevárselo, por lo que se estableció en los alrededores un discreta vigilancia formada por funcionarios de paisano, que también pudieron comprobar que en el interior de la discoteca había dos personas con un grupo de jóvenes cuyas características físicas coincidían con las la de los autores.

Tras media hora de vigilancia, salió del local uno de los dos jóvenes avistados, que después se dirigió hacía el coche, extrajo del bolsillo trasero del pantalón un destornillador y se introdujo en el vehículo, instante en el que los agentes le interceptaron y le indicaron que saliera del interior.

El sospechoso hizo caso omiso a las indicaciones policiales e incluso puso el coche en marcha para huir, hecho que frustró uno de los agentes que se introdujo en el interior del vehículo y le obligó a salir, tras lo que se procedió a su detención.

Posteriormente, en la puerta de la discoteca, esperaron a que saliera el grupo con el que estaba el detenido, cuatro personas que abandonaron el local al cabo de un rato. Dos de los jóvenes fueron identificados, mientras que dos fueron trasladados a dependencias policiales para este fin.

En el patio de la comisaría los agentes, junto a estos dos jóvenes, se cruzaron con el denunciante, quien identificó a uno de ellos como el otro joven que sustrajo su vehículo.

Los dos detenidos, a los que les constan varias detenciones policiales anteriores, fueron puestos a disposición de la autoridad judicial.