Serbia reiteró hoy su rechazo a la independencia de Kosovo, como propone el mediador de la ONU, Martti Ahtisaari, y desoyó la "oferta" del presidente de EEUU, George W. Bush, de aceptar la pérdida de su provincia meridional para que pueda materializarse su integración en la OTAN y la Unión Europea.
Belgrado cuenta con el apoyo de Rusia, que ha amenazado con usar su poder de veto en el Consejo de Seguridad para impedir que se aprueba el plan propuesto por la ONU.
"Regalo" a costa de Serbia
"Es un derecho de EEUU apoyar, en conformidad con sus intereses, a algunos Estados y pueblos, pero no para regalarles algo que no es de su propiedad", dijo el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, en declaraciones a la prensa en Belgrado.
El ministro serbio para Kosovo, Slobodan Samardzic, hasta llegó a decir que "si América está tan interesada en que los albaneses vivan en un territorio independiente, pues que se lo den en su zona".
Kosovo por la OTAN y la UE
Bush declaró ayer en Tirana que EEUU intenta superar las discrepancias con Rusia, que se opone a la independencia de Kosovo, para llegar a una postura común en la ONU, pero subrayó, en una frase que se ha prestado a diversas interpretaciones, que si no se halla esa solución habrá que decir "es suficiente, Kosovo es independiente".
Bush dijo que "al mismo tiempo que buscamos la independencia de Kosovo, tenemos que dejar claro a Serbia que hay un camino hacia adelante, tal vez dentro de la OTAN, tal vez dentro de la UE, y definitivamente mejores relaciones con Estados Unidos".
Oferta rechazada
Las autoridades serbias desoyeron la oferta, con lo que de hecho reafirmaron su política de que no se puede condicionar su postura hacia Kosovo al acercamiento a las estructuras euroatlánticas.
Kostunica reiteró que la independencia de Kosovo sería contraria a la Carta de la ONU por violar la integridad territorial de un Estado soberano, y pidió a EEUU que "no recurra a la violencia legal" de apoyar la independencia unilateral de Kosovo.
Insistió en que EEUU "cometió un gran error" al bombardear Serbia en 1999 por la crisis de Kosovo, y aseguró que "un nuevo error en forma de un reconocimiento de la independencia unilateral sería una injusticia y violencia que el pueblo serbio no olvidaría".
Rusia en contra del plan
Belgrado teme que Pristina proclame unilateralmente su independencia si el proceso se aplazado, y que EEUU pueda reconocerla.
El estatuto definitivo de Kosovo debe ser decidido por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, tras un debate sobre el plan del mediador, el ex presidente finlandás Martti Ahtisaari, de dotar a esa provincia de una independencia bajo supervisión internacional.
EEUU y la UE apoyan ese plan, pero no
Moscú respalda a Belgrado en su petición de nuevas negociaciones con los albano-kosovares hasta llegar a un compromiso sobre el futuro estatuto legal de Kosovo.
La semana pasada, en la Cumbre del G-8 en Alemania, fracasó una propuesta del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, de aplazar la decisión sobre Kosovo durante seis meses para dar una nueva oportunidad a serbios y albaneses a pactar un acuerdo.
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