La Generalitat ha aprobado este martes el Plan estratégico de acción exterior 2015-2018 para "reforzar" la proyección internacional de Cataluña, y el conseller de la Presidencia, Francesc Homs, ha avanzado que en las próximas semanas se anunciará la apertura de nuevas delegaciones en el exterior, aunque no ha concretado dónde ni cuántas.

La presentación del plan que se enmarca en la serie de medidas que está impulsando el Ejecutivo catalán en las últimas semanas amparándose en aquellos artículos de la Ley de Acción Exterior que el Gobierno central no impugnó ante el Tribunal Constitucional (TC): "No sé si no lo vieron, pero no lo impugnaron. Es decir, sigue vigente y nos permite activar este plan".

A finales de abril, la Generalitat empezó a desarrollar aquellos aspectos de la ley que no estaban suspendidos cautelarmente por el TC, y aprobó los decretos que regulan los órganos de coordinación, participación, y seguimiento previstos en la norma: el Consejo de Acción Exterior y de Relaciones con la UE y la Comisión Interdepartamental.

El Supremo suspendió parte de la norma como pedía el Gobierno central al admitir a trámite el recurso que interpuso contra parte del articulado de la ley de acción exterior, que considera a la Generalitat un actor internacional al margen del Estado español.

El Govern sustenta el estratégico en los artículos que no fueron cuestionados ante el alto tribunal por lo que, a juicio de Homs, es "inimpugnable". Sin embargo, el conseller no descarta que el Ejecutivo del PP también lo impugne, por su "nivel de arbitrariedad y combate político" en estos asuntos, pero en todo caso ha remarcado que el recurso no podría responder a criterios de derecho.

En cualquier caso, el plan, que prevé abrir las nuevas delegaciones antes de que acabe la legislatura —según Catalunya Ràdio, se ubicarán en el Vaticano y Marruecos—, tiene cuatro objetivos: promover Cataluña e internacionalizar su economía, cultura y conocimiento; reafirmar su vocación europeísta; contribuir a los objetivos de paz, seguridad o derechos humanos; y promover una diplomacia más "moderna y eficaz" que dé apoyo a los catalanes en el exterior.