Bachelet reforma casi al completo su Gobierno en Chile

  • La presidenta Michelle Bachelet pasa por uno de sus peores momentos de popularidad, salpicada por casos de corrupción.
  • Los integrantes del Ejecutivo seguirán en sus puestos hasta que Bachelet anuncie la composición del nuevo Gobierno.
Bachelet, en la presentación pública de la nueva ONU Mujeres.
Bachelet, en la presentación pública de la nueva ONU Mujeres.
Justin Lane / EFE
Bachelet, en la presentación pública de la nueva ONU Mujeres.

El canciller Heraldo Muñoz es el único ministro del actual Gobierno de Chile, de la presidenta Michelle Bachelet, ratificado en su cargo después de la remodelación del gabinete anunciada la noche del miércoles por la gobernante.

El ministro portavoz, Álvaro Elizalde, anunció los cambios a los periodistas a su llegada al Palacio de la Moneda, sede de la Presidencia, donde explicó que los integrantes del Ejecutivo seguirán en sus puestos hasta que Bachelet anuncie la composición del nuevo Gobierno, para lo cual se ha dado un plazo de 72 horas a contar desde la noche del miércoles.

El ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, se encuentra en La Haya a la cabeza de la delegación de Chile que interviene en los alegatos orales ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en los que el país defiende que el tribunal carece de competencia para entender la demanda que La Paz ha planteado para que se Santiago negocie de buena fe un acceso soberano al océano Pacífico.

"En el caso del canciller, la presidenta tiene una muy buena evaluación de su desempeño, particularmente del rol que ha cumplido coordinando al equipo que representa a Chile en La Haya, por lo tanto está ratificado en su cargo", señaló Elizalde.

La popularidad de Bachelet, en su nivel más bajo

La decisión de la presidenta de Chile de pedirle la renuncia a todos sus ministros abre una profunda crisis política catorce meses después de su regreso a La Moneda y se produce en momentos en que la popularidad de Bachelet esta en su nivel más bajo, afectada por los casos de corrupción que han salpicado a su Gobierno y a su propia familia.

La decisión fue celebrada por los presidentes de los partidos oficialistas y de oposición, algunos de los cuales pedían cambios desde hace varias semanas para tratar de revertir la compleja situación política por la que atraviesa el país.

Con esta medida, Bachelet espera dar un golpe de timón y elevar su popularidad, que según una encuesta difundida este miércoles se mantuvo en abril en un 31 %, mientras que el rechazo a la gobernante aumentó hasta el 64 %.

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