El Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz ha incorporado recientemente la visión 3D para las intervenciones de cirugía laparoscópica que realizan los profesionales de la Unidad de Gestión Clínica de Urología.

Según indica la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en una nota, el uso de esta técnica representa un mayor confort y una mejor visualización del campo quirúrgico para el especialista, facilitando la realización de la intervención e incrementando la rapidez y precisión de la cirugía.

La incorporación de la torre quirúrgica en 3D permite disponer de un nuevo sistema de imagen que ofrece una percepción de profundidad y una visión espacial de la anatomía más clara de lo que puede obtenerse con los sistemas 2D tradicionales.

Esto significa que "se incrementa la rapidez, exactitud y precisión de las tareas quirúrgicas", al tiempo que permite al cirujano ejercer un mayor control, lo cual beneficia la seguridad quirúrgica para el paciente.

La nueva torre incorpora un sistema 3D de alta definición de dirección visual totalmente flexible, esto es, que puede realizar una curva de hasta 100 grados en cuatro direcciones, sin necesidad de enfoque, algo que favorece esa precisión de la intervención.

Además, el sistema utiliza sensores de imagen de alta densidad en el extremo distal del videoendoscopio que ofrecen imágenes 3D de alta definición (HD).

Como cuenta el director de la Unidad de Gestión Clínica Intercentros de los Hospitales Puerta del Mar y Puerto Real, José Luis Álvarez-Ossorio, el uso de esta técnica "está especialmente indicado para intervenciones laparoscópicas donde se precisa utilizar suturas, como la prostatectomía radical por cáncer de próstata y la nefrectomía parcial por tumor renal, en donde la visión tridimensional da más seguridad a la hora de realizar la resección del tumor".

Finalmente, la Junta destaca que cada uno de los ojos del ser humano ve una escena ligeramente diferente que el cerebro procesa y convierte en una vista tridimensional. Del mismo modo, las gafas 3D que lleva el cirujano separan las imágenes, de forma que se percibe una vista tridimensional que no puede reproducirse en una superficie plana bidimensional.