Las pruebas de evaluación final de Secundaria y Bachillerato se compondrán de tres partes diferenciadas compuestas por preguntas tipo test, preguntas abiertas para contestar por escrito y, por primera vez, un examen oral.

El director general de Evaluación y Cooperación Territorial del Ministerio de Educación, José Ignacio Sánchez Pérez, ha participado este viernes en las jornadas celebradas en la Conselleria de Educación sobre el proyecto de Real Decreto por el que se regulan las pruebas de evaluación final de Primaria y las pruebas de las evaluaciones finales de Secundaria y Bachillerato.

En su intervención el responsable del Ministerio ha asegurado que las pruebas finales contarán con tres ítems, el primero compuesto por preguntas tipo test, con preguntas semiconstruidas, que evaluarán conocimientos concretos de los alumnos.

En segundo lugar, los exámenes tendrán una parte de preguntas abiertas por escrito, donde los estudiantes deberán contestar de una manera más extensa a las cuestiones de conocimiento general. Por último, estas pruebas también tendrán una parte oral donde los alumnos deberán verbalizar los contenidos que han estudiado previamente.

Se trata de una gran novedad ya que es la primera vez que este tipo de pruebas incluyen una parte oral. En este sentido, el director general ha explicado que "se pretende potenciar el dominio del lenguaje de los alumnos así como su expresión y su oratoria".

El objetivo es preparar a los alumnos para el futuro laboral, donde deberán dominar la oratoria y hacer frente a multitud de situaciones donde se requiera expresarse correctamente.

Además, José Ignacio Sánchez Pérez ha asegurado que se van a cambiar las dinámicas de las pruebas y se va a apostar por la evaluación de las competencias para que el alumno aplique sus conocimientos.

Un real decreto que vertebra el sistema educativo

El nuevo sistema de evaluaciones favorecerá la vertebración del sistema educativo y apuesta pro la autonomía de los centros acompañada por la rendición de cuentas.

Las pruebas estandarizadas permitirán calibrar correctamente los criterios de evaluación y se basarán en la objetividad. Las evaluaciones externas son, además, instrumentos de eficacia demostrada en la mejora del sistema educativo en todos los informes internacionales y muy comunes en otros países europeos.