Tres años de negociaciones y otro para sacar a concurso –que no empezar– todas las obras, pero parece que la primera línea de metro de Granada comienza a ser al fin una realidad.

Sin ir más lejos, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, anunciaba ayer que la Administración regional licitará en julio las obras de los tramos que discurren por la capital. Esto es, el que une Maracena con el Estadio de la Juventud,  éste con el río Genil por el Camino de Ronda (con 2,4 kilómetros soterrados) y el tercero, hasta el Parque Tecnológico de la Salud.

El anuncio del presidente andaluz significa que, según los ritmos que llevan los otros dos tramos licitados (Campus de la Salud-Armilla) y en ejecución (Albolote-Maracena), podríamos empezar a ver las máquinas del suburbano por la ciudad a finales de año.

Así pues, ya no serán nuestros vecinos de Maracena, Albolote o Armilla los únicos en sufrir las lógicas molestias de los trabajos. A ellos se sumarán los residentes del trazado urbano del metro: estación de autobuses, Chana, Méndez Núñez, Hípica, Palacio de los Deportes o Los Cármenes.

No más retrasos

El espaldarazo de Chaves al metro de Granada se produce sin que la Junta haya solventado sus diferencias con el Ayuntamiento de la capital. El hecho de que no se hayan puesto de acuerdo con las cocheras del metro o la  estación conjunta para el suburbano y el AVE «no tiene por qué impedir que se pongan en marcha los proyectos para estos tramos», sentenció el presidente andaluz.

Chaves quiso convencer

Chaves quiso acallar las voces que acusan a la Junta de Andalucía de torpedear los proyectos de la ciudad por estar el PP en el Ayuntamiento. Y lo hizo poniendo como ejemplos los proyectos que financia su Administración: el centro de salud del Realejo, Festival de Cines del Sur, Centro Federico García Lorca (ayer, día en que nació el poeta, se constituyó el consorcio) y el AVE, del que reiteró que a lo largo de este año estarán licitados o en adjudicación siete de los once tramos.