El atracador del chalé de Santa Clara tiroteado por el dueño acepta dos años y medio de cárcel

El propietario del chalé, que hirió al atracador en una pierna, acepta 45 días de prisión que serán sustituidos por una multa de 90 euros

El joven que fue detenido el día 21 de junio de 2014 por robar en un chalé del barrio sevillano de Santa Clara y herir con un arma blanca al propietario, que a su vez le disparó con una escopeta alcanzándole en una pierna, ha aceptado este jueves una pena de dos años y medio de cárcel, mientras que el dueño de la vivienda, también acusado, ha aceptado el pago de una multa de 90 euros.

El juicio previsto para este jueves en el Juzgado de lo Penal número 10 no ha llegado a celebrarse después de que la Fiscalía y los abogados de los dos acusados hayan llegado a un acuerdo de conformidad por el que el dueño de la vivienda ha aceptado 45 días de prisión, que serán sustituidos por una multa de 90 euros, por un delito de lesiones con las atenuantes de legítima defensa y arrebato.

De su lado, el atracador, identificado como E.M.J., ha aceptado dos años de prisión por un delito de robo con violencia en casa habitada en grado de tentativa y seis meses de cárcel por un delito de lesiones, con la agravante de reincidencia y la atenuante simple de drogadicción, así como la prohibición durante cinco años de acercarse a menos de 200 metros tanto del dueño del chalé como de su mujer y sus hijos.

Tanto el atracador como el dueño del chalé, que han reconocido los hechos y han aceptado las penas solicitadas, han renunciado a las indemnizaciones que pedían en concepto de responsabilidad civil.

Los hechos

En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público relata que los hechos tuvieron lugar a las 9,00 horas del 21 de junio de 2014, cuando E.M.J., "con el ánimo de apoderarse de los efectos de valor que encontrase", entró por un ventanal que se encontraba abierto en una vivienda de la calle Fray Francisco de Pareja, encontrándose en el interior del inmueble con la empleada de hogar, a la que, colocándole un cuchillo en el cuello, le exigió que le indicase donde se encontraban los dueños de la vivienda.

Al indicarle la empleada que estaban durmiendo en el dormitorio en la planta superior, el acusado la obligó a acompañarla hasta dicha habitación, y mientras subía sacó una pistola que portaba y se colocó un calcetín a modo de guante, resultando la pistola apta únicamente para disparar balines de plástico, "aunque por su forma resultaba fácilmente confundible con una pistola verdadera", según el escrito de acusación.

Al llegar a la habitación, el acusado, que actualmente se encuentra en prisión, se dirigió a la cama en la que se encontraba el matrimonio y se subió a la misma esgrimiendo el cuchillo y la pistola, exigiéndoles que le entregasen el dinero, por lo que le abrieron la caja fuerte que se encontraba en el baño, momento en el que el acusado asestó una puñalada en el muslo al dueño de la vivienda y se dio a la fuga con joyas y dinero.

Tres disparos más

El propietario del inmueble, "con el temor fundado" de que el acusado pudiese atacar a su mujer o a sus tres hijos menores, cogió una carabina del calibre 22 y salió en persecución del ladrón, de manera que, "con el ánimo de menoscabar su integridad física pero muy afectado por el temor y la angustia de la situación que se había producido en su habitación", realizó un disparo que alcanzó al otro acusado en la pierna.

No obstante, el atracador logró llegar al coche con el que se había desplazado a la casa, momento en el que, "con el fin de impedir su huida con los efectos sustraídos y antes de proceder a avisar a la Policía o adoptar alguna otra medida para impedir su fuga, tales como haber pedido auxilio a algún vecino o tomar el número de matrícula del vehículo", el dueño de la vivienda realizó tres disparos hacia dicho coche, los cuales impactaron en el maletero y la luna trasera.

Instantes después, se personó en el lugar la Policía, que detuvo tanto al atracador, que sufrió una herida por arma de fuego en el muslo derecho por la que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, como al dueño del piso, que sufrió una herida inciso contusa en el muslo derecho y trastorno de estrés postraumático.

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