Un acusado de llevar un artefacto incendiario en Valencia el 31 de agosto de 2013 y que, según el fiscal, pensaba hacer estallar en un bar frecuentado por ciudadanos colombianos, ha asegurado este martes en el juicio celebrado en la Audiencia provincial, estar "arrepentido" y ha pedido "perdón a todo el mundo". Uno de los agentes que participó en la detención ha explicado en el juicio que el acusado les dijo que estaba "quemado porque los extranjeros tenían trabajo y él no", aunque cree que se trababa de un "arrebato".

El ministerio fiscal solicita cinco años de cárcel para el acusado por un delito de tenencia de explosivos mientras que la defensa reclama la libre absolución porque asegura que su defendido en ningún momento tuvo la intención de detonar el artefacto ya que cuando fue sorprendido por la Policía se iba ya a su casa y lo entregó voluntariamente. Asimismo, sostiene que su cliente no tenía conciencia de que portar el arfetacto constituyera un delito aunque sí pensaba que era un hecho "reprobable".

Según relata el ministerio fiscal en su escrito de calificaciones, el acusado, Vicente C.J., sobre las 1..15 horas del 31 de agosto de 2013 se encontraba hablando con un amigo en las inmediaciones de la calle Pintor Stolz al que enseñaba algo que llevaba escondido entre los pantalones.

Al ser detenido por agentes de la Policía Nacional, comprobaron que realmente llevaba un artefacto compuesto por un petardo tipo 'trueno' encintado con dos botellas de butano de 300 mililitros. En ese momento, de acuerdo con este escrito, Vicente manifestó a los policías que pensaba hacerlo estallar en un bar de esa calle que era frecuentado por colombianos. Este artefacto, podía haber causado heridas de diversa consideración en un ratio de tres a cinco metros si se hubiera producido su deflagración.

"Me siento, me sentí y me sentiré avergonzado toda mi vida por esta actuación porque yo no soy así", ha insistido en el juicio. La persona con la que estaba en el momento de la detención, ha asegurado que el acusado "le llamó para decirle que le invitaba a tomar algo" y que no fue hasta "antes de llegar al bar" cuando le enseñó que llevaba "dos bombonas de mechero y un petardo". Así, ha indicado que le cuestionó sobre "dónde iba con eso" y le pidió que se fueran de allí.

Ante las preguntas de la defensa, el amigo ha asegurado que el acusado "ni es racista ni peligroso". Por parte de los agentes, uno de ellos ha declarado que la persona que llevaba el artefacto parecía que quería dirigirse al bar —a unos 20 segundos andando del lugar— mientras que el otro pretendía ir a casa.

Arfetacto "improvisado"

Por su parte, el perito que examinó el explosivo ha indicado que se trataba de "un artefacto incendiario improvisado" con un "petardo tipo 'trueno' o 'masclet' unido con cinta a dos botellas de gas de mechero". A su entender, la explosión de este artefacto "provoca que la explosión del petardo rompa la garrafa de gas y se produzca una llamarada con proyecciones de chapa".

La Fiscalía ha elevado a definitiva su calificación y ha reiterado el "peligro abstracto" que supone la "fabricación y tenencia" del artefacto ya que, a su juicio, la posesión y voluntad de tenencia del explosivo viene tipificado de forma "clara" en el artículo 568 del Código Penal.

Por su parte, la defensa ha alegado que "no se llegó a poner en peligro concreto a nadie" por lo que, a su juicio, "no se puede considerar peligro abstracto" y, por tanto, "no merece reproche tan intenso". En el caso de no ser absuelto, ha pedido a la sala que tenga en cuenta los atenuantes.