Paloma Sobrini es la nueva decana del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), cargo del que tomará posesión esta tarde. Es la primera mujer en este puesto.

¿Qué herencia recibe?

Un trabajo bien realizado. Iniciaron la reforma de la institución y su modernización y es un trabajo que voy a aprovechar, como todo lo que han hecho bien.

¿Y qué han hecho mal?

Hace falta más diálogo con los compañeros y con la Administración, tanto en urbanismo como en vivienda. No hemos estado presentes en el diálogo con las administraciones y eso es responsabilidad de todos.

¿Qué opinión le merecen las nuevas infraestructuras, en especial la M-30?

No soy yo quien tiene que criticar o analizar la política de la Administración en esta cuestión local. En todo caso, les toca criticar a los ciudadanos, y ya hablaron en las elecciones locales del 27- M.

¿Cómo influyen los arquitectos en el modelo de ciudad?

Vamos a crear una comisión de urbanismo que deje bien definido el papel del arquitecto, que siempre busca el bien social. Necesitamos mucha más transparencia y participación.

¿Cuál es el modelo de ciudad que propone?

Una ciudad sostenible, solidaria y que favorezca la integración de los más desfavorecidos. Pero también una ciudad eficaz. Madrid es una de las ciudades más influyentes del mundo y tiene que aprovecharlo. Se pueden combinar la sostenibilidad con la competitividad y el crecimiento.

¿Le ha afectado en su carrera su condición de mujer?

Nunca, ni ahora ni antes; ni para bien ni para mal. Que haya llegado hasta aquí es normal.

Bio

Madrileña, con 35 años en la profesión, Sobrini es madre de tres hijas y un hijo. Es, además, hija, hermana y madre de arquitectos.