Siete agentes del Cuerpo Nacional de Policía, adscritos a la comisaría de Hortaleza, declararon el pasado jueves ante el Juzgado 45 de Madrid como imputados por supuestas torturas a dos jóvenes detenidos por orinar en la calle, según publica hoy el diario El País.

La juez ha pedido a la Dirección General de Policía que le informe si hay algún vídeo con imágenes del calabozo de la comisaría del pasado 27 de enero, cuando ocurrieron los hechos denunciados.

La titular del juzgado también ha citado al abogado de oficio que asistió a los detenidos y al médico del Samur que les atendió en comisaría.

Los detenidos que supuestamente pudieron sufrir torturas son Eduardo G. B., de 26 años, y Germán P. M., de 27. Ambos disponen de partes médicos en los que se detallan múltiples golpes.

Los policías implicados alegan que los jóvenes se mostraron "muy agresivos" y que hubo que reducirlos "mediante la fuerza mínima e imprescindible". Uno de los agentes también dispone de un parte médico que, en este caso, detalla un golpe en la cara y varios en las rodillas.

Agresiones en comisaría

En este caso, como suele ocurrir en supuestos de agresiones en comisaría, existen denuncias cruzadas. Una, de los detenidos, relatando las torturas, y otra, la de los policías, justificando su actuación por agresiones previas y resistencia a la autoridad.

La juez empezó a investigar primero a los detenidos por agresión y resistencia a la autoridad. Pero luego ha decidido imputar a los agentes.

Los partes médicos

El parte médico de Eduardo especifica que sufrió "múltiples traumatismos, crisis de ansiedad, pérdida de conocimiento y abrasiones múltiples". El médico que atendió a Germán halló "traumatismo cranoencefálico leve, traumatismo facial, contusión en rodilla y derrame en un ojo", entre otras cosas.

Uno de los agentes también fue al médico. Le encontraron erosiones y constusiones en ambas rodillas y en la cara. El agente señala que Eduardo le dio un cabezazo cuando le pidió el DNI.

Por orinar en la calle

Todo comenzó cuando uno de los detenidos, Eduardo, estaba orinando contra la pared junto a un bar. Los agentes pararon y, según los jóvenes, le dijeron: " es que estás marcando el territorio como los perros". Eduardo se puso nervioso, se desmayó y cayó al suelo. "Cuando desperté noteé que me daban golpes en la cabeza", explicó Eduardo. Luego les metieron a ambos en un coche y les llevaron a comisaría.

Según los jóvenes, en comisaría les preguntaron que cuál de ellos le había dado un cabezazo a un agente. Al instante "entraron cuatro o cinco agentes" y empezaron "a patearles". La agresión no paró hasta que un policía informó que llegaba el Samur.