Detenidos los seis miembros una banda por cometer un centenar de robos en Cantabria y otras comunidades

Actuaban en domicilio y establecimientos comerciales, principalmente supermercados, y también gasolineras y locales de ocio

La Guardia Civil y la Policía Nacional, en una operación conjunta, han desmantelado una organización itinerante especializada en robos con fuerza en domicilios y establecimientos comerciales, principalmente supermercados, además de gasolineras y locales de ocio, y que actuaba en Cantabria y otros puntos de la geografía nacional.

La operación, denominada 'Calipso-Tomate', se ha saldado con la detención de los seis integrantes del grupo: cinco de ellos en el municipio cántabro de Piélagos y uno en Murcia, como presuntos autores de un centenar de delitos de robo con fuerza. Cuatro son de nacionalidad albanesa y los otros dos española, y tienen entre 24 y 35 años.

Además, se han realizado registros en un domicilio de Mortera (Cantabria) y en una nave industrial de Molina de Segura (Murcia), donde se han intervenido cinco vehículos de alta gama, gran cantidad de herramientas y efectos procedentes de los robos, entre ellos miles de euros, cajetillas de tabaco o bicicletas, han informado este viernes fuentes policiales en un comunicado.

Con estas detenciones se han esclarecido, por el momento, un centenar de robos cometidos en Murcia, Almería, Cantabria, Asturias, País Vasco, Zamora y Palencia. A los detenidos e les imputa, además, un delito de pertenencia a organización criminal y falsedad documental, por obtener y desplazarse con matrículas falsas.

La banda delictiva, "altamente especializada", cambiaba de provincia cada quince días con objeto de seguir delinquiendo y tratar de eludir la investigación policial, que se venía desarrollando desde julio del año pasado entre la Guardia Civil de Murcia y la Jefatura Superior de Policía Nacional.

Centro de operaciones de murcia a cantabria

El grupo, con una estructura jerarquizada, actuaba principalmente en las provincias de Murcia, Almería, Zamora, Palencia y Cantabria, comunidad esta última a la que se habían desplazado recientemente desde Murcia, trasladando su centro de operaciones.

Desarrollaban una "intensa actividad delictiva con una gran especialización", y utilizaban numerosas medidas de seguridad para evitar ser detectados por los investigadores.

Así, para cometer los robos empleaban sistemas de comunicación especializados, potentes inhibidores de frecuencia para inutilizar las alarmas de los establecimientos, así como un sistema hidráulico que había sido sustraído en el Parque de Bomberos de San Pedro del Pinatar (Murcia).

Algunos de sus robos fueron perpetrados incluso con sus moradores en el interior, aprovechando las horas de somnolencia. Se hacían con las llaves de los vehículos para sustraerlos y después utilizarlos. Previamente instalaban en ellos placas de matrículas falsas o sustraídas, y los "maquillaban" en un taller del municipio murciano de Molina de Segura, cuyo dueño es uno de los detenidos.

El grupo actuaba durante un plazo de unos quince días en una provincia, desplazándose seguidamente a otra con la finalidad de tratar de eludir y entorpecer la investigación policial; una vez ubicados en su nuevo destino, volvían a desarrollar su actividad por un tiempo similar, repitiendo nuevamente el traslado a otra provincia.

REGISTROS

En los registros se han intervenido cinco vehículos de alta gama, tres de ellos robados en Murcia y Almería; gran cantidad de herramientas y útiles como mazas, patas de cabra, radiales, taladros, placas de matrícula, inhibidores de frecuencia, equipos de transmisiones, etc.; efectos procedentes de los robos, como miles de euros en efectivo, un millar de cajetillas de tabaco sustraídas en estancos, una decena de bicicletas de gran valor económico y un equipo de salvamento profesional que fue sustraído del Parque de Bomberos de San Pedro del Pinatar (Murcia) y que era utilizado en su actividad delictiva.

La investigación continúa abierta para el total esclarecimiento de los delitos cometidos por el grupo. En ella participan la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil y el Grupo de Crimen Organizado de la Jefatura de Policía Nacional de Murcia, con el apoyo operativo de las Unidades de ambos Cuerpos destinadas en Cantabria.

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