El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha archivado la queja remitida por la consellera de Justícia, Montserrat Tura, contra el juez de Badalona que obligó a una pareja a celebrar su boda en castellano, pese a que los contrayentes solicitaron que se hiciera en catalán. La decisión del CGPJ cuenta con el voto discrepante de la vocal Montserrat Comas, que la considera «improcedente» porque los hechos pueden constituir una falta de consideración a los ciudadanos. El Tribunal Superior de Justícia (TSJC) consideró el pasado mes de marzo, tras recibir una queja formal de la pareja, que el juez de Badalona, responsable del Registro Civil de la ciudad, no cometió ninguna falta, ya que «el ordenamiento jurídico no le exige que tenga que celebrar las actuaciones orales en la lengua escogida por el ciudadano».