Una mujer de 46 años acusada de intentar asfixiar a un bebé de tres meses, nieto de su compañero sentimental, ha defendido su inocencia y ha afirmado que ella tan solo escuchó que el menor no podía respirar, pero ha negado que le metiera los dedos o que pretendiera matarle. Frente a su versión, la Policía ha indicado que la mujer les confesó los hechos y también les dijo que había intentado matar a otros niños.

Esta mujer, natural de Valencia, ha sido juzgada este martes en la Audiencia de Valencia y se enfrenta a una pena de 13 años de prisión por un delito de asesinato, tal y como solicita el ministerio fiscal en su escrito de calificación provisional. Esta parte también le reclama el pago de una indemnización de 560 euros por las lesiones causadas al menor.

La mujer esta en la cárcel desde el 16 de mayo de 2014, y hace unos años se abrió una causa contra ella, que finalmente fue archivada, por la muerte de su hijo. Al respecto, una inspectora de Menores que ha declarado en el juicio y que atendió a su hijo, ha explicado cómo el menor, que nació sano, comenzó a ingresar en el hospital por estar morado o con problemas respiratorios.

Ante estos sucesos, la inspectora ha relatado que se otorgó la guardia y custodia del menor a los abuelos, y precisamente en ese periodo —durante seis meses— el niño dejó de ser ingresado en el centro sanitario, aunque como consecuencia de los trastornos que había sufrido le había quedado como secuela una parálisis cerebral.

La inspectora ha explicado que cuando la madre pudo comenzar a ver de nuevo a su hijo, éste empezó a ingresar de nuevo en el hospital con problemas de somnolencia y otras dolencias, hasta que a los pocos días finalmente falleció.

Ahora, la mujer está acusada de intentar asfixiar al nieto de su compañero sentimental en la vivienda en que residían, en la localidad valenciana de Torrent. El suceso tuvo lugar el 11 de mayo de 2014, cuando la acusada estaba al cuidado del menor.

Según mantiene la fiscal, la acusada aprovechó que se encontraba a solas con el bebé en su dormitorio para, con la intención de acabar con su vida, introducir sus dedos en su boca y taparle con la mano la boca y la nariz, asfixiándole el tiempo suficiente para que presentara un cuadro de crisis y dificultad respiratoria.

Tras ello, salió de la habitación gritando 'Paco, Tere, el niño', mientras llevaba al bebé en brazos. El menor fue trasladado al centro de salud de Torrente, donde fue atendido, y posteriormente lo llevaron al Hospital Universitari La Fe. Como consecuencia de estos hechos, el bebé sufrió diferentes lesiones y se le hospitalizó para practicarle un estudio completo y ponerle un tratamiento. Su evolución fue buena desde el principio con mejoría del estado general. Le administraron antibióticos por la neumonía y se le dio el alta hospitalaria el 16 de mayo.

Frente a esta versión de la fiscal, la acusada, que no ha querido responder a las preguntas del ministerio público, mantiene que ese día tan solo escuchó que el bebé no podía respirar, y que luego salió corriendo y el abuelo —su pareja— consiguió que respirara. Ha aseverado que no le llegó a meter los dedos al menor.

"estaba constipado"

En esta línea, el abuelo ha narrado que ese día escuchó que su pareja gritaba 'el niño, el niño', luego vio cómo lo sacó en brazos de la habitación y ya él lo cogió, lo zarandeó y consiguió que respirase. Ha dicho que llevaba constipado unos días y que tenía mocos. También ha agregado que hacía unos dos meses que el bebé había pasado por una experiencia similar.

Agentes de Policía han declarado que la acusada les confesó tras ser detenida que había asfixiado al bebé y les dijo que también había intentado matar a otros. En total, la mujer se había referido a tres casos más, a parte de este bebé de tres meses.

Según el informe médico forense, la acusada presenta ausencia de patología psiquiátrica aguda y no se ha valorado presencia de trastorno de personalidad de tipo límite con inestabilidad emocional, inseguridad y predominio de impulsividad.