La Oficina del Defensor del Menor de Andalucía, dirigida por Jesús Maeztu, ha pedido a la Secretaría General para el Deporte, ubicada en la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, que establezca un sistema "coordinado" de recogida de información de las distinta federaciones deportivas andaluzas para "evitar" fenómenos violentos que afecten o en los que se vean implicados menores, especialmente en edades tempranas.

Así, en una resolución de la Oficina del Defensor del Menor, recogida por Europa Press, la Institución sugiere que para planificar posibles intervenciones de las administraciones, "preventivas" de fenómenos violentos, así como para evaluar el resultado de tales políticas, se establezca un sistema "coordinado" para recoger información sobre incidentes violentos durante la celebración de competiciones deportivas en que participasen menores, al margen de los ya disponibles relativos a las competencias del Comité Andaluz de Disciplina Deportiva.

En el texto, la Institución explica que tramitó de oficio un expediente de queja tras recopilar información de distintos medios de comunicación andaluces en los que se relataban noticias de altercados y episodios de violencia ocurridos en competiciones deportivas oficiales en categorías en que intervienen menores de edad.

Tales incidentes resultan para el Defensor "especialmente preocupantes" al ser muestra de unas pautas de comportamiento y de unos valores de convivencia "absolutamente rechazables", además de estar especialmente proscritos por la legislación de ámbito estatal y autonómica que pretende erradicar la violencia en las competiciones deportivas.

En esta resolución aclara que la intención de esta queja era retomar una actuación que emprendió en 2008 mostrando a la Administración el interés de la Oficina por disponer de datos sobre la "posible recurrencia" de hechos violentos en las competiciones de fútbol de nivel inferior en que participasen menores.

La Secretaría General del Deporte, encardinada en la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte, informó entonces del contacto permanente con la Federación Andaluza de Fútbol y con todas las Federaciones deportivas andaluzas. Fruto de esta estrecha relación era la iniciativa proyectada por la Junta que pretendía el control y registro de los actos violentos que se produjesen en las categorías de deporte base de todas las modalidades y especialidades deportivas reconocidas en Andalucía, con la finalidad de su prevención.

Posteriormente, y a fin de evaluar las políticas preventivas actuales, en 2014 el Defensor del Menor retomó el asunto, dando por hecho que ya se habría acumulado suficiente información como para obtener resultados que permitieran formular alguna conclusión sobre este fenómeno. De este modo, se dirigió a la Secretaría General del Deporte para que remitiera a las Institución los datos que tuvieran referidos a incidentes de violencia en el deporte con los datos más significativos agrupados por provincias, localidades o tramos de edades.

Sin embargo, apunta la Oficina, la respuesta ha sido "decepcionante y ha rebajado las expectativas" al señalar la Secretaría General del Deporte que carece de estos datos, remitiendo para su conocimiento a cada una de las federaciones deportivas andaluzas.

Ante esta situación, el Defensor del Menor de Andalucía ha sugerido a la mencionada secretaría que, "sin necesidad de instaurar una complicada estructura para la recopilación organizada y sistemática" de información sobre actos violentos relacionados con competiciones deportivas organizadas en Andalucía, considera "beneficioso" que la Junta disponga al menos de un sistema ordenado que agrupe toda la información, especialmente cuando los episodios de violencia afecten o guarden relación con competiciones en que participen menores, concluye.