Ni dejado ni a las afueras

Barrio España. Hace años era el extrarradio; hoy es sólo la parte más periférica del núcleo urbano.
Un vecino cruza la calle Baztán, decorada por Cristóbal Gabarrón. (Pablo Elías).
Un vecino cruza la calle Baztán, decorada por Cristóbal Gabarrón. (Pablo Elías).
Un vecino cruza la calle Baztán, decorada por Cristóbal Gabarrón. (Pablo Elías).
Hay dos barrios España: el de siempre, apueblado, con calles estrechas, casas bajas, patios y no muy buena fachada, y el nuevo, con pisos de cuatro alturas, más urbano, espacios amplios y olor a nuevo.El barrio España joven se ha levantado alrededor del Carrefour, un centro comercial que ha insuflado vida en una zona adormecida, donde sólo había algo parecido a campos de fútbol, poco más que una explanada. El viejo barrio, en cambio, se resiste a duras penas al paso del tiempo. Le quedan cicatrices en las fachadas a modo de desconchones, pero se ha ido lavando la cara a lo largo de estos años. Las aceras y calles peatonales están impecables con un adoquinado blanco y rojo digno de la mejor urbanización, y es más, se notan las inyecciones de botox. Donde había casitas modestas –60 metros de planta, patio y poco más– ahora se ven casonas de dos plantas con ladrillo caravista y, por qué no decirlo, incluso un cierto lujo.

Tranquilidad y sosiego

El paseo por sus calles es apacible. Sólo quiebra la tranquilidad el flamenco  procedente de algunas casas o de los coches que son manipulados en el inmenso taller en que se convierten algunos rincones.

Hay una explanada –un feo oasis– que rompe la estética de lo nuevo y lo viejo, donde las furgo-caravanas, coches desguazados y algún atisbo de luces de feria descansan en desorden.

Sobra decir que todo está a tiro de piedra, tanto por la cercanía del centro comercial como por las buenas combinaciones de autobús, que aunque se masifican a las horas punta, tienen buena frecuencia y llevan al centro en 15 minutos.

Lo que hace años era extrarradio de vocación marginal, ha pasado a ser, con el gusto por irse a vivir a los chalés del alfoz, un barrio a diez minutos del centro. Auténtico núcleo urbano.

Entre lo anecdótico, el barrio puede presumir de tener dos calles: la Ancha y Baztan, diseñadas por uno de los artistas españoles de más proyección internacional, Cristóbal Gabarrón.

Un paraíso colorista, lugar de cuento, que bien podría formar parte de las rutas turísticas guiadas por la ciudad.

El eterno problema

Aparte de reivindicaciones concretas, como ciertas mejoras para los locales de la asociación que solicitaron hace años y parece que nunca llegan, la droga es el problema que más preocupa a los vecinos. Está localizado y concentrado en un cierto rincón, pero hay consumo, y no es nuevo; falta hacer algo.

Ficha

Habitantes: 3.383

Vecinos: ubicación Al norte de la ciudad. Sus casas están entre el río Pisuerga (al oeste) y la avenida de Palencia (al este) y limita al norte con la ronda y al sur, con la Esgueva, que separa Barrio España de la Rondilla.

Precio de la vivienda: 1.280 euros el metro cuadrado.

Autobuses: La línea 1 y la línea 2.

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