Asaja de Valladolid ha exigido hoy un reforzamiento de la vigilancia en explotaciones agrícolas y ganaderas por parte de la Guardia Civil ante la inminente campaña de riego y un "pequeño repunte" de los robos agrícolas que especialmente ha afectado a la Comarca de Peñafiel y para evitar casos como el de un agricultor de Tudela de Duero, víctima de tres robos en este primer trimestre que le han generado daños de más de 5.500 euros.

"Estamos indefensos, las leyes parecen diseñadas a medida de los ladrones en vez de para la gente trabajadora. Según les detienen, les sueltan", ha denunciado el afectado a la citado organización agraria.

A pesar del gran trabajo de los Grupos Roca y los esfuerzos de la Delegación y Subdelegación del Gobierno por atajar el problema de los robos en el campo, la citada organización, a través de un comunicado recogido por Europa Press, advierte de que todavía queda "tarea" por hacer en esta materia.

En este sentido, apunta que el endurecimiento de penas que pronto introducirá el Código Penal no palia el auténtico sufrimiento y calvario que sufren muchos agricultores y ganaderos.

"No pienso arreglar nada hasta que prácticamente tenga que comenzar a regar porque tengo miedo a que me vuelvan a robar. Se te quitan las ganas de invertir y modernizar el regadío y a veces pienso en quitarlo todo y pasarme al secano", asegura Asaja que le ha transmitido el mismo afectado de Tudela.

Y es que en estos tres meses, el damnificado ha visto cómo un almacén de su explotación ha sido objeto en el primer trimestre de la sustracción de herramientas y equipos.

Tras una larga temporada sin robos, hasta este inicio del año, hace bastante tiempo, también le robaron el cobre de los cables de su pivot. "Pelan los cables de cobre para eliminar la identificación y destrozan la perforaciones a pesar de que vigilamos. Los ladrones se mueven muy rápidamente y se ayudan de los móviles para actuar o ponerse sobre aviso", lamenta el agricultor.

Ante esta situación, Asaja incide en que lo peor es que muchos agricultores se cansan de denunciar y muchas veces no lo hacen, algo que tanto la Guardia Civil como la OPA desaconsejan.