Las 27 embarcaciones dedicadas a la pesca del jonquillo en Mallorca han capturado desde el inicio de la temporada siete toneladas de este pescado, mientras que las ocho barcas de las Pitiusas han pescado 6,4 toneladas.

Según ha informado la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio en un comunicado, este año las malas condiciones meteorológicas y del mar han condicionado la temporada de pesca, que va desde la mitad de diciembre hasta finales de abril.

Por ello, las capturas de 7 toneladas en Mallorca (la mayor parte de ellas en las bahías de Alcúdia, Pollença y Palma) y las 6,4 toneladas de las Pitiusas contrastan con las cifras de la temporada pasada, que fue de 17 toneladas en Mallorca y de 21,3 toneladas en Ibiza y Formentera.

Así se ha dado a conocer con motivo de la reunión de la Comisión de Seguimiento del Plan de Gestión de la Pesca del jonquillo a la que ha asistido el conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Biel Company, y la directora general de Medio Rural y Marino, Margaret Mercadal.

Esta comisión regula la pesca del jonquillo en Mallorca y del 'gerret d'art' en las Pitiusas. Por ello, cada mes reúne, durante la temporada de pesca, a los responsables del Govern y de los Consells Insulars de Ibiza y Formentera y los representantes de las cofradías de pescadores implicadas.

El objetivo es analizar la evolución de la campaña para comprobar el esfuerzo pesquero y establecer medidas reguladoras, si es necesario. Desde el mes pasado, la organización WWF España también forma parte de la Comisión de Seguimiento, ya que, como organización independiente, aporta la experiencia de otras pesquerías con que WWF colabora y favorece el intercambio de conocimientos entre los planes de gestión de artes de tiro de otras regiones de España.

En Baleares, esta es la segunda temporada en que se aplica este Plan de Gestión, aprobado en 2013, que fija las condiciones en que debe llevarse a cabo la pesca del jonquillo y de especies afines. Se definen las dimensiones del arte y las mallas, las zonas de pesca, la duración de la temporada o las características de las embarcaciones autorizadas, entre otras cosas. También obliga a la Conselleria a enviar un informe de seguimiento a la Comisión Europea el tercer año a contar desde su implantación.