Cerca de medio millar de personas se han manifestado este domingo, 8 de marzo, en Santander, con motivo del Día Internacional de la Mujer, en contra de la desigualdad, la precariedad laboral, la brecha salarial respecto a los hombres, y la feminización de la pobreza o la violencia machista.

Tras la marcha, que ha transcurrido entre las plazas de Numancia y el Ayuntamiento, varias mujeres de diferentes colectivos han leído un manifiesto en el que han señalado que les "sobran los motivos para la lucha", como "la precariedad, la explotación y la exclusión social", según han resumido.

Por eso, y tras apuntar que se enfrentan a "una batalla ideológica de los gobiernos contra nuestros derechos", han llamado a la movilización contra "todo intento de vuelta al pasado" y aquellas decisiones que pretendan mantener a las mujeres "como personas subordinadas".

También se han opuesto a "cualquier tentativa de represión de nuestra sexualidad" así como contra su derecho a "decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas", según han expresado al término de la manifestación, en la que han participado dirigentes políticos de diferentes partidos, además de sindicatos y otros colectivos.

En este sentido, se han opuesto a la proposición de ley del PP para modificar el consentimiento de las menores de 16 y 17 años para la interrupción voluntaria del embarazo, ya que su aprobación supondría, a juicio de las manifestantes, "un retroceso legislativo e ideológico" que pondría "en grave riesgo de desprotección e inseguridad jurídica a un pequeño número de mujeres", las "más jóvenes y vulnerables".

De igual modo, han exigido la retirada del anteproyecto de ley de Corresponsabilidad Parental que pretende "la imposición de la custodia compartida". "Es una medida judicial impuesta sin el acuerdo de ambos progenitores" que no se puede otorgar, además, "en caso de violencia de género", han apostillado.

Y han denunciado también en su discurso el incumplimiento legal "por quinta vez" de la ampliación del permiso de paternidad a cuatro semanas, fijado en la ley de Igualdad de 2013.

Junto a estas reivindicaciones y denuncias, desde la Comisión del 8 de marzo, organizadora de la manifestación, también han demandado que en la agenda de la reforma constitucional se introduzca el principio de igualdad entre hombres y mujeres como "un valor de la propia Constitución".

Violencia machista

En materia de violencia de género, han advertido que está pasando "por uno de sus peores momentos", y se han quejado de que el presupuesto destinado a los programas de igualdad entre mujeres y hombres y a actuaciones para la prevención integral de la violencia de género en los presupuestos del Estado se han reducido "un 27% en los últimos cuatro años", que a sus ojos es "intolerable" cuando "persiste el asesinato de mujeres" por violencia machista.

En este sentido, apuestan por políticas de prevención, como una educación afectivo-sexual desde la infancia para desarrollar relaciones basadas en el respeto y la igualdad "real".

"No podemos erradicar la violencia contra las mujeres sin socavar las estructuras discriminatorias que recorren nuestras sociedades", han avisado, y antes de censurar que el Gobierno ha "usado" la crisis económica como "excusa" para desmantelar las políticas de igualdad.

"Y los recortes en Sanidad, el adelgazamiento del Estado del Bienstar, la Ley de Educación, la atención a personas dependientes, o la amenaza de la reforma de la actual Ley del Aborto suponen un enorme retroceso en los derechos de las mujeres", han sentenciado.

"Ser mujer no tiene nada de malo, ni de inferior, ni de limitante. No hay ningún problema en ser mujer", han zanjado las manifestantes, que han destacado por contra que "las mujeres somos inteligentes, poderosas, con libertad de decisión, buenas, solidarias, cooperativas, creativas, lúdicas, eficaces, etc".