Dos detenidos por explotar sexualmente a cinco mujeres, una de ellas menor, en pisos de Burgos

El hombre se encargaba de la captación y la mujer de alquilar los pisos, en los que ha estafado presuntamente a varios arrendatarios
La habitación en la que presuntamente se explotaba a las mujeres
La habitación en la que presuntamente se explotaba a las mujeres
SUBDELEGACIÓN DEL GOBIERNO EN BURGOS
La habitación en la que presuntamente se explotaba a las mujeres

Un varón de 31 años y una mujer de 22 han sido detenidos en Burgos por explotar sexualmente a al menos cinco mujeres, una de ellas de 16 años, a las que instalaban en varios pisos situados en la ciudad, en los que también grababan vídeos pornográficos y han dejado a deber mensualidades y facturas de suministros.

Según han informado fuentes policiales en un comunicado recogido por Europa Press, se trata de un varón de 31 años, identificada como M.H.D, sobre el que constaban numerosos antecedentes delictivos, que se encargaba de la captación de las jóvenes e incluso las obligaba a mantener una primera relación sexual con él; así como de una mujer de 22 años, E.M.R, que alquilaba los pisos para posteriormente no abonar mensualidades ni facturas.

Desde hace varios meses, investigadores de la Comisaría de Burgos habían realizado indagaciones en relación a la prostitución que se ejercía en diferentes pisos de la capital, y tuvieron conocimiento de que al frente de la organización se encontraban dos personas, un hombre y una mujer.

Así, detectaron cuatro pisos en los que se ejercía la actividad, ubicados en diferentes lugares de la ciudad, en los que los vecinos habían observado el trasiego de clientes, por lo que establecieron un dispositivo y, en la primera de las viviendas, encontraron a las dos personas detenidas y tres de las víctimas, incluida una chica de 16 años.

Contactaba mediante aplicación móvil

La captación de las jóvenes que se prostituían corría por cuenta del hombre, quien contactaba con ellas a través de una aplicación telefónica para ofrecerlas "dinero fácil" si enviaban fotos desnudas.

A continuación les pedía una cita personal en la que les aseguraba grandes sumas de dinero si trabajaban para él en la prostitución.

Una vez se ganaba su confianza, las conminaba a mantener con él una primera relación con el pretexto de instruirlas. Posteriormente, las instalaba en alguna de las viviendas alquiladas y las hacía pasar por los diferentes pisos alquilados para mantener los contactos con los clientes.

AMENAZAS

Cuando las víctimas se dieron cuenta de que pasaba el tiempo y no las pagaba, según el relato policial. le manifestaban que querían abandonar la actividad, ante lo cual el proxeneta las amenazaba con enviar fotos a sus familias de lo que habían hecho con los clientes.

Ocasionalmente también las obligaba a mantener con él relaciones sexuales, sin que les haya abonado nunca lo que les prometía.

Todas las víctimas, explica la Policía, son muy jóvenes e incluso una de ellas de tan sólo 16 años, con bajo nivel cultural y fácilmente manipulables; procedentes de familias con pocos recursos, escaso arraigo social, sin trabajo y con necesidades económicas urgentes. Dos de ellas llegaron desde Barcelona.

Estas circunstancias, así como el proceso de "alienación" al que eran sometidas, las convertía, a juicio de las mismas fuentes, "en unas víctimas extremadamente vulnerables, con nulos recursos para salir de la situación de coacción en las que se habían visto involucradas".

Las investigaciones practicadas han determinado que la mujer detenida podría estar al frente de, al menos, tres estructuras de comercialización y distribución de video pornográfico, ya que en los pisos intervenidos se ha hallado infraestructura de grabación para pornografía online.

La Policía no descarta que, a medida que avance la investigación, sean identificadas nuevas mujeres que hayan estado sometidas a las coacciones de los detenidos.

Los dos individuos, a lo los que no se les conoce ninguna actividad laboral, llevaban un elevado nivel de vida, disponían de un vehículo de alta gama, recién adquirido, pese a que ninguno de los dos dispone de permiso de conducir.

Seis órdenes de detención

El hombre tenía dictadas seis órdenes de detención, así como otras cinco averiguaciones de domicilio y paradero por otros tantos juzgados de nuestro país.

La mujer detenida era la encargada de alquilar los pisos para lo cual abonaba la primera mensualidad y la fianza, pero después ya no pagaban más, con lo que a dejado a deber elevadas facturas por consumo de luz y de gas a los arrendadores.

En los registros efectuados en los cuatro pisos se han intervenido varios televisores, ordenadores con abundante información que todavía no ha sido analizada en su totalidad, varias tabletas, más de cincuenta teléfonos móviles, 1.592 euros en efectivo, documentación, libretas manuscritas con anotaciones contables por los servicios realizados por las víctimas y sus ingresos individuales, de los que no percibían ninguna remuneración, ya que estaban obligadas a depositar todo el dinero en un cajón de la cocina, que era recaudado por el hombre.

También se han incautado los policías de otra libreta en la que se indicaban las normas de actuación a seguir con los clientes.

La operación se enmarca en el Plan Integral que la Dirección General de la Policía viene llevando a cabo desde 2008 para la lucha contra este tipo de delitos.

La trata de seres humanos con fines de explotación sexual, como han recordado fuentes policiales, contempla la captación, transporte, traslado, acogida o recepción de personas, mediante amenaza o uso de la fuerza o coacción, rapto, fraude, engaño, abuso de poder o de vulnerabilidad o la concesión de beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra.

Incluye la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas análogas, servidumbre o extracción de órganos.

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